La Defensora del Pueblo saca los colores a Dolores de Cospedal La Sanidad en Castilla-La Mancha está al límite de la decencia, del aguante ciudadano y en una situación que requiere la intervención de profesionales serios para que el caos provocado por la gestión política de María Dolores Cospedal no llegue a más. Así, al menos, lo entiende el PSOE castellano-manchego, que ha tenido, además, un aliado poco sospechoso, como es la Defensora del Pueblo y exlíder del PP, Soledad Becerril, en cuyo informe recoge el desbarajuste, la desorganización y el galimatías en que ha convertido el Sistema Sanitario manchego la también secretaria general del PP. Las páginas 209 y 210 del informe de la Defensora del Pueblo, ponen al sistema sanitario público de Castilla-La Mancha como ejemplo de mal hacer, al señalar casos de pacientes, con dos años en lista de espera en cirugía maxilofacial en el Hospital de Toledo; diez meses en el servicio de Urología en el Hospital de Ciudad Real; demoras superiores a siete meses para pruebas de densitometría ósea con carácter preferente en el Hospital de Almansa, en Albacete; ocho meses para una resonancia magnética en el Hospital Mancha Centro, o superior a cuatro meses en el análisis de biopsias en el Hospital de Almansa, en Albacete. Se demuestra, con datos obtenidos de la página web de la Consejería de Sanidad, que en año y medio de Gobierno de Cospedal hay 73.000 pacientes más en listas de espera y el tiempo medio de demora ha crecido entre un 100 y un 208 por ciento, 186.841 ciudadanos están esperando a que la secretaria general del PP les dé una solución a su problema. Solo se encuentra una explicación a toda esta política devastadora llevada a cabo por Cospedal, y ejecutada por su polémico consejero José Ignacio Echániz: Están desmantelando algunos hospitales, como el de Alcázar de San Juan, para favorecer a otros cercanos que quiere privatizar Cospedal, como son los de Tomelloso, Villarrobledo y Manzanares. Saludos. |