Torrijos - Toledo

Parece ser que en este foro todavía queda alguien que no se ha enterado de que la mayoría de quienes se están manifestando durante estos días en Madrid no lo hacen para dar un golpe de estado o para subvertir la democracia, como pretenden el Gobierno y su delegada en Madrid, la del marido en busca y captura y que la policía es incapaz de localizar a pesar de que viven juntos. Lo que pretenden -o pretendemos- es expresar frustración y cabreo por una situación injusta, que nos arrastra a todos, incluso a los que se quedan en casita viendo por la tele las cargas policiales, hacia la precariedad más dramática y cuyas causas no acabaremos de entender. Quieren, o queremos, explicaciones y quieren, o queremos, soluciones. Y lo único que reciben son policías y cargas bestiales por parte de esos policías.

Van a volver y volverán -volveremos- con razón, máxime cuando hoy ya se ha dicho que el rescate bancario de más de 50.000.000.000 euros lo vamos a pagar entre todos. Nadie da explicaciones del porqué de que cuando los bancos ganan reparten dividendos a sus accionistas y cuando pierden, sufrimos las pérdidas entre todos en forma de recortes en la enseñanza, en la sanidad, en la dependencia, en los servicios sociales, subida de impuestos...

Pero aparte de eso, y volviendo a las manifestaciones de estos días, más que analizar las batallas campales que muchos han visto por televisión y otros hemos vivido, más que pararnos a pensar en para qué está la policía, si para defender, si para provocar, si para ensañarse, lo que habría que analizar son las motivaciones de tanta frustración y de tanto cabreo contra nuestros gobernantes.

Y si nos paramos a pensar, una causa puede ser la ineficacia y tal vez el desinterés de los que nos han demostrado que solo querían coger el poder aunque fuera con mentiras, sin ideas, creyendo que las cosas se arreglarían solamente porque ellos estaban en el poder y son los más guapos, para aprovecharse de él, conservar las "prerrogativas" que según ellos por su clase social "les corresponde".

La gente quiere ver a los políticos resolviendo problemas en vez de crearlos y si no los resuelven porque además hacen lo contrario de lo que prometieron, muchos piensan que tienen derecho, al menos, a pedir explicaciones y protestar de la única manera que pueden: manifestándose.

El cabreo también nace porque votamos y pagamos a los políticos para que tomen decisiones, pero cada día los políticos se lavan más las manos , se ríen de nosotros, no son honestos consigo mismos ni con los que les han puesto en su cargo: ¿podría decir el presidente de Gobierno que ante la imposibilidad de cumplir su programa electoral disuelve el Parlamento y convoca nuevas elecciones con otro programa diferente? A lo mejor nos convencía.

Pero lo cierto es que el Gobierno ahora descubre que los mercados financieros no solamente castigaban a Zapatero por ser socialista, sino que también castigan al PP por ser... otra cosa, y a todo lo que se menea, al tiempo que va abandonando la cantinela de la herencia recibida, que ya nadie se cree, que ni ellos mismos se creían porque tenían medios para conocerla, máxime sabiendo que casi todas las autonomías las controlaba el PP.

Y entonces el ciudadano piensa y dice ¿para qué os he puesto ahí y para qué os estoy pagando? ¿Por qué os he puesto? ¿Por vuestra cara bonita o por vuestras mentiras electorales? ¡Sed honestos y dad explicaciones!

Nuestro ministro de Interior, ignorante de que existen Internet y de que existen las redes sociales, además de las cadenas extranjeras, pide censura en televisión para las manifestaciones, pero los ciudadanos sabemos buscar y encontrar información, y algunos piensan, yo me incluyo, por cuenta propia y se hartan de aguantar. Ya no vale eso de vótame y olvídate: ahora el ciudadano quiere también respuestas y se manifiesta, pero en vez de respuestas recibe hostias. Bien es cierto que siempre hay violentos, yo siempre me he ido de las manifestaciones cuando acaban los discursos porque sé que es cuando vienen los radicales, pero lo importante es que hoy el ciudadano, votante de X o de Y se manifiesta contra el Gobierno y, por extensión contra los políticos y el Congreso donde se reúnen. Eso es lo que hay: palos por todas partes. Palos en educación, en sanidad, en políticas sociales, en imuestos, palos en la cabeza y en la espalda, y a pagar a los bancos, a pagar una crisis que no hemos creado. Somos conscientes de que no hemos vivido por encima de nuestras posibilidades como nos dicen, pero vamos a pagar los platos que han roto otros. Y no queremos, al menos sin explicaciones y tampoco con engaños.

Creo que he expuesto bien la situación. Ahora viene buscar una salida, y no creo en modo alguno que vaya a ser mandar 1.500 policías a una manifestación, ni mandar al ejército, como alguna privilegiada mente nostálgica y enfermiza puede soñar en este foro, lo que hay que hacer es no sacrificar el estado de bienestar a los vaivenes de los bancos, que cuando nos metían una hipoteca se repartían los intereses que pagábamos en forma de dividendos entre los accionistas y ahora además se reparten lo que hemos conseguido en tantos años, y también hay que de alguna manera controlar la honestidad de los políticos que nos engañan con promesas que saben de antemano que no van a cumplir, que solamente querían un "quítate tú que me pongo yo". Porque la gente se está cansando, de hecho ya se ha cansado de mentiras, quiere menos porras y más explicaciones, quieren saber por qué se está perdiendo el sistema sanitario, el educativo, el social, los salarios, los derechos adquiridos en luchas sindicales, en una palabra, la gente quiere -queremos- que sean honestos con nosotros en vez de mandarnos a la policía para que no les recordemos cuales son sus obligaciones que no cumplen.

A veces, cuando he corrido delante de los antidisturbios, me han dado ganas de pararme y decir: "yo estoy aquí para defender tus derechos y los de tus hijos, a ti también te aplican los mismos recortes que a mí, te han subido los impuestos lo mismo que a mí, te han bajado el sueldo lo mismo que a muchos amigos y vecinos míos, vas a pagar las especulaciones de los bancos igual que todos, y además te han engañado no sólo para que les votes, sino para que les sirvas fielmente". Pero claro, teniendo en cuenta los condicionantes de esta gente, me imagino la contundente respuesta que me iba a dar.

Lo grande es que dentro de unos días se van a manifestar los policías por lo mismo que yo me manifiesto... ¡qué hipocresía! De sobra saben que los trabajadores les apoyarán porque son conscientes de que todos vamos en e mismo barco, pero para meter en la cabeza de muchos de ellos esta idea de reciprocidad habría que hacerles la trepanación.

Pero esto para muchos que luego se les llena la boca de sopas hablando de la crisis y de lo mal que lo pasan algunas -muchas- familias, solamente será un bla, bla, bla.