Torrico - Toledo

El presidente de la Mancomunidad del Bajo Tiétar y alcalde de Candeleda, Miguel Hernández, comprobó ayer en la planta de residuos de los municipios del Valle del Tiétar, dependiente de la Diputación de Ávila, que la actividad se realiza conforme a la normativa y se realizan inspecciones y controles de forma periódica; en este sentido, el último lo pasó hace un mes. Así lo manifestó a este diario después de la denuncia realizada desde las asociaciones Gredos Verde de Arenas de San Pedro y Amigos del Guadyerbas de Parrillas de que se realizaban vertidos desde la estación que acababan en el río Tiétar, kilómetros antes de la captura de agua para el suministro a la Campana de Oropesa, Navalcán y Parrillas.
Hernández subrayó que la planta pasa inspecciones y controles de forma periódica, y el último de ellos se realizó en el pasado mes de diciembre. «Las instalaciones están correctas», indicó después de una supervisión de la planta. «No he visto vertidos», manifestó tras recorrer las balsas y canalizaciones de estas dependencias que dan servicio hasta a 24 municipios.
Asimismo, el presidente de la Mancomunidad del Bajo Tiétar se desplazó hasta el antiguo vertedero que está sellado desde la cesión de actividad en el año 2001. En este sentido, indicó que la fotografía que acompañaba a la denuncia se correspondía con un pozo de este antiguo vertedero donde acaban las filtraciones de agua por las precipitaciones.
Los ecologistas denunciaron en la edición del miércoles de este diario que se hacían vertidos de residuos últimos que acababan en el río Tiétar y que era imposible de eliminar en las plantas de depuración antes de que se distribuyera para el consumo de los municipios de la Campana de Oropesa, Navalcán y Parrillas.