Me alegro mucho que haya prevalecido, de momento, la justicia y el valor de quienes han decidido judicialmente darle la razón a los vecinos de Tembleque.
A ver si la mojigata se entera que el dinero de los ciudadanos de Tembleque y de cualquier otro pueblo o pequeña ciudad vale lo mismo que el de los ciudadanos de las grandes capitales.
A ver si se entera la mojigata que la vida de la gente de pequeñas poblaciones es tan valiosa como la de ciudadanos de las grandes ciudades.
A ver si se entera la fan de misas esa de que los ciudadanos de las pequeñas poblaciones también son votantes y de esta no se olvidarán.
Adiós, señora mojigata. A misa y a dejar de fastidiar a la gente que paga por su salud como los demás.
