Sonseca - Toledo

Es apabullante cuánta mediocridad te espera cuando vas al médico, cuando atiendes a clase, cuando pides hora en cualquier organismo público, … sin irnos mas lejos este foro con sus ya vetustas quejas de una alcaldía sin mayoría de edad.

¿Dónde quedaron las ganas de exceder, ganas de conocimiento, ganas de mejorarlo todo? Está en las raices mismas de nuestra tradición. Fue no más que el deseo por adquirir el conocimiento prohibido lo que nos llevó de patitas a una calle mundana. Adán y Eva hoy no se jugarían la conveniencia de internet o la televisión por cable a no ser que la manzana del progreso, del conocimiento, llevara de bonus un cheque sutancioso.

¿Y cómo reaccionamos los demás ante esta descorazonante falta de profesionalidad, exhibición desnuda de un aburguesamiento vestido de Gucci en esta sociedad capitalista del “tonto el último”? Pues con la misma mediocridad con que se nos infravalora. Un par de cartitas a la atención del cliente, una queja al jefe de estudios, o simplemente nos quejamos de pasada al vecino. Y le damos tiempo al tiempo, mientras que el tiempo nos arroja a la cara la fragilidad de la vida.

Ësa es la ineficacia o ineptitud que ofrecemos a nuestros jovénes como modelo. “Todo llega, para qué esforzarse,” “Da igual si sé mucho o poco, el último día me aprendo todo y lo vomito en el examen sin quedarme nada adentro.” Como si no se enseñase conocimientos sino cómo pasar un examen. Mediocridad. Y con el título luego bajo el brazo, serán ellos los que lleven la voz de mando. ¿Más de lo mismo?

Sin poder tirar la primera piedra, me asfixia el pensar que no sea capaz de aprender de mis errores. Pero más aún la posibilidad de pasar a mis hijos el contagio seguro de una sociedad que va a lo fácil. Conforme de que no le vaya mejor. Víctima de unos organismos públicos ocupados por la mediocridad del que se sabe fijo…

Hoy por hoy vamos sorteando los abatares que se nos presentan. Lo decimos todo en ése saludo complaciente “pues aquí estamos, vamos tirando.”

Pues aquí ando. Siempre me podía ir peor. No me quejo.

¿Cómo os va?

Pero es que no sabes que la esperanza ,la utopià,la solidaridad, las mato la decepción de los que las ejercimos con ilusión.Despues crecimos para enseñar a nuestros hijos la belleza de la poesia,una puesta de sol que deslumbra ,una fotografía que te haga disfrutar la naturaleza,el olor al tomillo, un pensamiento filosofico y trasformador parando el reloj,tirando el movil a la basura ,apagando la televisión,... y nos han llamado carrozas... No es nada material, ni siquiera el trabajo bien hecho,aunque cuides ovejas,pude ser motivo de alegría para las nuevas generaciones.Yo no luche para eso,pero aunque no me rindo,si me me hago amigo inseparable de la soledad.Puede que termine siendo un anacoreta de algo bello a lo que no voy a renunciar