Sonseca - Toledo

La crisis actual aún no ha terminado y ya se pueden deducir varias lecciones. Las lecciones, por supuesto, se pueden aprender o no. Como se pueden aprovechar las alteraciones de las condiciones generadas por la crisis para cambiar o se puede continuar sin tocar nada a la espera de un milagro que permita superar la situación presente. Con la inconfesable confianza de todo volverá a ser igual que antes de la crisis. Lo que no es probable, máxime si vemos como se están concatenando los acontecimientos mundiales. Lo más inteligente, en consecuencia, sería sacar partido de las múltiples lecciones que la crisis no está proponiendo. Entre las posibles, que no las únicas, reseñamos algunas.
1- Lo Local y lo Global. Paradójicamente, en un mundo globalizado una de las vías nucleares de superación de la crisis tiene su procedencia en lo local. Es en este ámbito en el que hay que empezar a implantar el cambio de modelo productivo tan poco concretado, mediante la instalación de empresas de nueva factura y el establecimiento de un modelo de relaciones laborales más resistente e inmune a riesgos futuros.
El comportamiento tradicional de muchos Ayuntamientos y Diputaciones ha sido el de esperar ofertas de empresas que buscaban suelo barato y subvenciones para instalarse en su territorio. Era una actitud poco preactiva y de renuncia a participar en un proceso que resulta clave para la supervivencia del municipio en cuestión. El asunto se puede analizar de manera más grafica en aquellos municipios que se sitúan a una distancia no más allá de cien kilómetros de la megalópolis que es Madrid. Esos municipios se han convertido en espacios o bien habitacionales con deficientes dotaciones y servicios o sirven para la instalación de industrias poco o escasamente productivas, que demandan abundante mano de obra sin apenas preparación y competencia. Por consiguiente, bajos salarios.
La lección a extraer es la de que habría que modificar este comportamiento pasivo de Ayuntamientos y Diputaciones. Las instituciones locales deberían esforzarse en especializar su territorio en razón de parámetros de fortalezas y debilidades. Un análisis de esta naturaleza descubriría las posibilidades reales de cada municipio y la oferta de infraestructuras que los ayuntamientos debieran acometer. No todos los pueblos pueden convertirse, por ejemplo, en centro de instalación de empresas de logística que sirven para abastecer a la megalópolis y sus entornos cercanos. Es decir, cualquier empresa no se puede instalar en cualquier lugar o, como en algunos caso ha sucedido, en medio del campo. Se evitaría el desajuste actual de municipios construyendo polígonos industriales en los que lo único que crece y crecerá es la hierba. Desde lo local es posible definir lo que se quiere producir. Para ello hay que adoptar medidas imprescindibles que no pueden estar basadas en lo que hace o le va bien al vecino de al lado.
2-La diversificación de lo producido. No se puede trasladar a la empresa la mentalidad rural. En la práctica agraria lo que ha imperado tradicionalmente ha sido el monocultivo de un producto o bien la plantación masiva de lo que en el pueblo o al vecino de al lado había procurado o procuraba beneficios. Procesos de este tipo o similares han ocurrido en la provincia de Toledo en el sector empresarial, especializándose en la construcción de puertas (Villacañas) o en la producción de ladrillos para la construcción (La Sagra). O, en otros municipios, el calzado, el textil o los muebles. Todas estas actividades en la actualidad se encuentran o bien desaparecidas o en trance de extinción.
3- La necesidad de formación. En la etapa posterior a la guerra civil y en años siguientes los padres tenían el sueño de que sus hijos estudiaran. Sufrían en su propia experiencia las limitaciones laborales y económicas, consecuencia de su escasa cualificación. En los últimos años la oferta de empleo, en su mayoría ligado al boom de la construcción, ha creado un ejército de mano de obra joven pero escamante cualificada. Los pueblos cercanos a Madrid han estado nutriendo de trabajadores abundantes a la construcción. Cuando ha llegado a su final, nos encontramos con quienes abandonaron precozmente los estudios, incapaces de encontrar salida en las nuevas situaciones. Ahora les queda el recurso a cobrar las prestaciones por desempleo o esperar que se sigan manteniendo ayudas o subvenciones de mera supervivencia.
La sociedad debe saber que el trabajo de los próximos años demandará más preparación y cualificación. Y que eso obliga a las familias a hacer el esfuerzo de proporcionar a sus hijos, antes que un piso o un coche, una formación adecuada.

como te lo has currado para soltar todo este rollo para llegar a la conclusión de que es mejor gastarse el dinero en la formación de un hijo en vez de comprarle un coche,esto ya lo sabia yo antes de llegar la crisis,por lo menos podrá emigrar a Alemania.

Es que a ti no me dirigia, sabia yo, que tu sabias todo esto.

todas estas lecciones nos las daba anchito-peperito en marzo del año pasado, donde explicaba como había que salir de la crisis, que lecciones debiamos a prender y sobre todo que debian hacer los ayuntamientos: lo tenía clarísimo, pero resulta que llega a ser concejal y ,digo yo, porque no pone en práctica toda esa teoria barata¿no cobra ahora un sueldazo precisamente para dar soluciones?

"La sociedad debe saber que el trabajo de los próximos años demandará más preparación y cualificación. Y que eso obliga a las familias a hacer el esfuerzo de proporcionar a sus hijos, antes que un piso o un coche, una formación adecuada."

Estimado Peperito; las familias se están viendo obligadas a sufrir los recortes, no al revés. (entre ellos el de la propia definición del termino en si, pero ese es otro asunto)

Se saco el articulito de algún baúl de los recuerdos o entra al quite de culparle a la víctima por los efectos perniciosos que padece... si las familias nos vemos con pocos recursos no hay esfuerzo que valga. Eso dígaselo usted al ministro de educación que cachito a cachito nos esta transformando la p'ublica en una donde la educación del chaval se valora por las ganancias que genera al negocio que en se va a convertir la educación.

Ya no sigo que es malo pa los nervios.

Saludetes y un poquito de Rep'ublica