Sonseca - Toledo

De nuevo la lacra de la denominada violencia de género, para mi asesinatos, se ceba con otras cuatro mujeres, madres de hijos e hijas, y también hijas de sus padres y madres.
¿Qué está cambiando?, ¿por qué esta falta de respeto a la vida y a la libertad?, como puede un animal en la piel de un hombre hacer semejante atropello, ¿qué está fallando?.
¿Creéis que la ley no es lo suficientemente dura con el asesino?, ¿creéis que hay que cambiar algo?.
Lo que está claro que esto no se puede consentir.

Lamentar estos hechos repugnantes.
Nadie es propiedad de nadie. Ningún ser humano tiene la potestad de acabar con la vida del otro, NINGUNO en ninguna circunstancia.

Haces unas preguntas interesantísimas sobre cuál puede ser la causa para que se estén dando tantos casos de violencia de género.
Verás: creo que es algo que siempre se ha dado, aunque hace años ninguna mujer se atrevía ni tan siquiera a reconocerlo con los más íntimos, cuanto menos a denunciarlo.

Quizás le hecho de vivir demasiado hacia fuera, la poca importancia que damos a los valores, no se.
Me preocupa mucho la violencia hacia las mujeres, pero me preocupa más la violencia hacia los niños, a los que veo totalmente indefensos ante las agresiones de padres, familiares, compañeros de instituto, etc.

Algo tenemos que hacer. No podemos permanecer impasibles ante esto.

Quiero también añadir mi voz a la vuestra en contra de la violencia de género. Es aberrante.

Ignoro a qué te refieres con "la poca importancia que le damos a los valores." Lo que creo es que quién maltrata no se rige por los mismos valores que alguien en su sano juicio. Sus complejos le impiden juzgar el bien del mal. No creo que tenga que ver con el hecho de qué valores estén o nó considerados por una sociedad concreta.

Los terroristas matan, no porque no le demos importancia a unos valores u otros, sino porque ... son capaces de matar a sangre fría. Igual que quien abusa y mata a su pareja. No se les puede juzgar por sus valores, sino por la falta de ellos.

No se puede valorar racionalmente lo que se acometió de forma tan irracional.

Creo como tú que muchas (son mujeres las más afectadas) no lo denuncian. No creo que la sociedad esté cambiando mucho en ese sentido. Sino que ahora lo sacamos a más a la luz.

Desgraciadamente la deficiencia de autoestima de las víctimas juega en su propia contra.

No sé cual es la solución, o si la hay. Mucho apoyo por parte de familiares, conocidos, médicos o trabajadores sociales,... una mejor educación desde chiquititos, y si alguno de nosotros lo escucha, vé, o sospecha poner al tanto a las autoridades oportunas.

Totalmente de acuerdo contigo Cletáforo. En lo de los valores, me refería a lo mismo que tu al final de tu escrito: la EDUCACIÓN, que evidentemente no es sólo adquirir conocimientos, sino una base sólida en valores y principios que me hacen RESPETAR, CUIDAR Y AYUDAR la vida del otro, que me dicen interiormente que aunque el otro sea diferente, tenga otra forma de actuar, de vivir, de ser, TENGO QUE RESPETARLO.
Que no soy dueño de la vida de nadie y no soy quien para tratar de imponer por la fuerza.

Es cierto, como tu dices, que un maltratador quizás ha perdido hace mucho tiempo (y la mayoría ya han sido víctimas de malos tratos) la noción, el norte, el saber qué está bien o qué está mal.

Hoy una compañera de trabajo, me comentaba al hablar de este tema, que hace unos días iba en el metro y había entre toda la gente, una madre con su hijo de cinco o seis años. El niño estaba un poco revuelto y revoltoso, de tal manera que la madre empezó a pegarle, pero no un cocón o un azote, sino una soberana paliza.
La gente que la acompañaba (entre las cuales estaba mi compañera) empezaron a amonestarla, a reprenderla y la mujer les respondió que el niño era suyo y ella sabía lo que tenía que hacer con él.
Esta madre responde eso, el marido o la pareja de la maltratada dice esta mujer es mía y yo se lo que tengo que hacer con ella.

En fin: que lo más importante es que si conocemos algún caso, si sospechamos de alguien, si tenemos a alguien cercano en esta circunstancia, agarremos el toro por los cuernos y no dejemos pasar ni una.