el expolio zapateril de las renovables Produce auténtica vergüenza el hecho de que José Luis Rodríguez Zapatero pase olímpicamente del paro -que dobla la media europea y es más del doble que la media de la OCDE- para, en un alarde de ignorancia y falta de sentido del ridículo, dar lecciones en la Cumbre del G20 en Seúl -¿qué pinta Zapatero en el G20, se ha preguntado la prensa francesa, además de un servidor?- de cómo el mundo debe crear empleo. Su argumento ha sido esta vez que “la economía española será capaz de generar un millón de puestos de trabajo gracias a la economía verde”, aclarando que “el objetivo es lograr que al menos el 20% de la energía final provenga de fuentes renovables en 2020”. No es posible decir más disparates en tan poco tiempo. Gracias a lo que él denomina "economía verde” -renovables, coches eléctricos, etc...- se han destruido cientos de miles de puestos de trabajo en España; cada empleo verde ha costado 571.000 euros en subvenciones y, de seguir así, según un reciente estudio elaborado por la Universidad Rey Juan Carlos y el Instituto Juan de Mariana, se destruirán 2,2 millones de empleos de aquí al año 2020; es decir, 220.000 empleos al año, consecuencia de los inmensos recursos que detrae este expolio del resto de la economía y del hundimiento de la productividad. Las subvenciones a las energías renovables nos costarán a los españoles 7.200 millones de euros en 2010, un 22 % más que en 2009, o. si lo prefieren, el 25% del recibo de la luz. Y, en caso de que el disparatado plan de Zapatero publicado el pasado mes de abril, siguiera adelante, 40.000Mw el eólico y 15.600 Mw la fotovoltaica más la termo solar. Suponiendo también, aunque eso está por ver, que las primas bajaran un 30% para la nueva potencia, las subvenciones escalarían hasta los 15.000 millones anuales en 2020, casi el 40% del recibo de la luz. Antes nos arruinaríamos. Este expolio sin precedentes es el responsable de que los españoles tengamos a día de hoy, sumando tarifa y déficit de tarifa, el precio de la electricidad más elevado de Europa, lo que aparte de constituir una carga insoportable para millones de familias, es una losa gigantesca para la productividad. Todas las industrias que requieren un consumo intensivo de electricidad han cerrado, o han abandonado España, o tienen planes para hacerlo en un futuro próximo, dado que hay varios países de la UE, particularmente del Este, que a través de un mix nuclear-carbón tienen la electricidad al público a mitad de precio que en España. |