España sigue despilfarrando en 2013. Según los organismos internacionales no alcanzaremos los objetivos de déficit hasta 2017 Aunque pueda parecer puramente anecdótico, les ofrezco para muestra un botón de lo que puede ser un buen exponente de hasta dónde ha llegado el despilfarro público y el grado de intromisión del estado en las cuestiones privadas. Se trata del Instituto de la Juventud, adscrito al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Este organismo tiene su razón de ser en “promover la igualdad de oportunidades entre los y las jóvenes” (sic), “propiciar la participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural de España” e “impulsar la colaboración con los restantes departamentos ministeriales y las demás administraciones públicas”. Es evidente que tan elevada y esencial labor sólo puede dirigirse desde un palacete de tres plantas y 1.400 metros cuadrados en el Paseo de la Castellana, como saben, una de las mejores avenidas de Madrid, más otro edificio de ocho plantas en la calle Ortega y Gasset, a unas manzanas de las tiendas de lujo de la llamada milla de oro. Por cierto, les recomiendo que no intenten buscar en Google por “Instituto de la Juventud”, no vaya a ser que descubran que también hay un Instituto Aragonés de la Juventud, un Instituto Riojano de la Juventud, un Instituto de la Juventud de Extremadura, etcétera, además de institutos municipales de la juventud varios. Un grano de arena, sí. Pero ya saben que grano a grano se hace montaña. Ironías aparte, ¿podrían haber hecho algo más Rajoy y Montoro en el proyecto de presupuestos para 2013? Sí que podrían. De tener la convicción y el coraje suficientes, tenían a su alcance realizar el siguiente ejercicio: tomar todas las partidas de gasto y ordenarlas desde las más inevitables (intereses de la deuda) e irrenunciables (pensiones, subsidios de desempleo, etc.) a las más prescindibles (salarios de altos cargos, todo tipo de subvenciones, etc.), mirar luego hasta donde les llega con lo que tienen previsto ingresar y a partir de ahí, aplicar la tijera con decisión. |