Sonseca - Toledo

Crecer o ser devorado. No hay otra alternativa. La fusión de las siete embotelladoras de Coca-Cola en la Península Ibérica -empresas familiares y de capital completamente independiente entre sí-, tiene un primer objetivo marcado ya sobre la mesa: la posibilidad de protagonizar el proceso de consolidación que se está llevando a cabo en la multinacional, y según reconocen fuentes próximas al proceso, pujar por el negocio de embotellado en Alemania, pendiente todavía de venta.

El mercado germano es el más importante para la compañía en toda Europa y Coca-Cola está impulsando su integración en un grupo más grande. Aunque desde la empresa se evita cualquier tipo de pronunciamiento oficial, las fuentes consultadas explican que "sería muy positivo que la nueva embotelladora que se cree en España pueda pujar por hacerse con su control".

Una vez que se concrete la fusión de las franquicias españolas, prevista en principio para mediados de 2012, la posterior adquisición de la actividad alemana podría cerrarse sin necesidad de asumir apenas endeudamiento.

A pesar de que las ventas se han resentido en los últimos años como consecuencia de la crisis y el parón del consumo, todas las embotelladoras que operan en la Península Ibérica gozan de perfecta salud financiera.

En conjunto, la nueva compañía liderará además el mercado español de alimentación y bebidas, con una facturación neta de más de 3.100 millones de euros.

Bajo la presidencia de Muhtar Kent, Coca-Cola ha emprendido un proceso de reorganización en todo su sistema de embotellado a nivel mundial para crear grandes compañías que controlen la totalidad del mercado, buscando así sinergias entre ellas y facilitando su operativa.

La propiamultinacional ha participado, de hecho, en algunos de los procesos de adquisición y fusión, facilitando en otros casos el desarrollo de los mismos. En Estados Unidos, la red queda bajo el ámbito de la propia empresa, pero en
Europa se lo reparten entre dos sociedades independientes.

Coca-Cola Enterprises ha asumido el proceso de embotellado en Francia, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Dinamarca; quedando Grecia, Italia, Austria, Suiza, Rusia, Hungría y otros 22 países más, fundamente del Este, en manos de Coca-Cola Hellenic.

Hasta ahora, Alemania y España, los dos países más importantes para el gigante, son los únicos que siguen manteniendo operadores regionales de menor tamaño. La primera representa el 15 por ciento de la ventas en Europa y la segunda el 14 por ciento, incluido Portugal.