Santa Cruz del Retamar - Toledo

Posible fraude alimentario
Registran una cárnica toledana acusada de utilizar carne de caza en mal estado
J.A.J./Toledo - miércoles, 13 de marzo de 2013
El operativo se salda con 11 detenidos, de los que dos residen en La Torre de Esteban Hambrán. Se les acusa de introducir carne de caza mayor en el mercado sin cumplir las normas sanitarias
jajuez@diariolatribuna.com
Tras la polémica por la aparición de trazas de carne de equino en productos que sólo debían contener vacuno, otra cárnica toledana ha sido puesta en el punto de mira por un fraude de mayor gravedad. Esta compañía ha sido registrada por la Guardia Civil en una operación que ha permitido desmantelar una red a la que se le acusa de introducir carne de caza mayor en mal estado en el mercado incumpliendo las normas sanitarias.
La llamada ‘Operación Delos’ se ha saldado con 11 detenidos, Dos de ellos, los varones E.L.M., de 37 años, y J.C.M.G. de 24 años, son vecinos de La Torre de Esteban Hambrán, en la comarca de Torrijos.
En un comunicado de la Delegación de Gobierno, se detalla que durante este operativo se «llevó a cabo dos registros en dos salas de despiece situadas en las localidades de Santa Cruz de Retamar y Alcolea de Tajo».
Este medio ha podido saber que junto a una de las salas de despiece toledanas, la de Alcolea, se interceptó hace unas semanas un camión con carne que no cumplía las condiciones sanitarias.
En la nota gubernativa se precisa que en las dos instalaciones de la compañía «se incautó material informático, numerosa documentación y gran cantidad de carne que fue inmovilizada y decomisada».
La Operación Delos fue abierta por el Seprona de la Guardia Civil de Ciudad Real cuando los servicios de Salud Pública de la Consejería de Sanidad en esta provincia alertaron de que habían detectado la entrada de tres partidas de carne de caza en una sala de tratamiento de la ciudadrealeña El Viso del Marqués amparadas por documentos que presentaban gran número de irregularidades y que omitían determinada información obligatoria para conocer su trazabilidad, estableciéndose por ello su inmovilización y destrucción.
El Seprona inició una investigación al sospechar que se estaban cometiendo distintos delitos contra la salud pública y de falsedad documental en relación con el tratamiento de esta carne. La Guardia Civil descubrió que el proveedor de la carne inmovilizada era un veterinario residente en Navarra que, junto con otros dos hermanos había constituido una sociedad limitada dedicada a vender carne de caza. Esta empresa adquiría piezas abatidas en las provincias de Navarra, Huesca, Barcelona y Gerona. Omitían las inspecciones post-mortem obligatorias para detectar posibles enfermedades que pudieran afectar a la salud pública.
Esta carne se llevaba en unas condiciones higiénico-sanitarias inapropiadas hasta la sala de tratamiento correspondiente, valiéndose de documentos falsos. En algunas ocasiones, los responsables de las salas de despiece falseaban sus condiciones higiénico-sanitarias, al permitir la entrada de carne en malas condiciones. Hay que resaltar que cuatro de los arrestados son veterinarios.
Las detenciones se precipitaron cuando la Guardia Civil detectó que se intentaba introducir en la cadena alimentaria varios lotes de carne no aptos para consumo humano y cuyo destino debía ser su destrucción, ya que parte de la mercancía presentaba signos de putrefacción y otra parte ha dado positivo por presencia de enfermedades graves para la salud.