MAYO 13-15 Hemos vivido un fin de semana intenso y peculiar, que posiblemente será recordado por todos por diversos motivos. El viernes se celebró un acto en la Plaza de España, que sorprendió y desbordo todas las previsiones que un evento de esta índole despierta en nuestro pueblo. A pesar de los duros momentos que hemos vivido y el continuo zarpazo con el que la crisis nos machaca cada día, se palpa un motivo para la esperanza, sentimos que el punto de inflexión esta cerca y nos alegra pensar o por lo menos desear que en nuestras manos tenemos la posibilidad de un futuro mejor. El entusiasmo de la gente, la confianza, la seguridad, la juventud, el esfuerzo y el trabajo, la unión, la experiencia, son algunos de los valores que quedaron presentes. El sábado amaneció una soleada y bonita mañana o por lo menos a mí, después de las sensaciones que el evento de la noche me había dejado, me pareció una mañana esplendida. La tarde presumía de ser incluso mejor, pero prácticamente de repente como si de una maldición bíblica se tratara, unas tormentas con una inusitada furia, descargaron una cantidad de agua que pocas veces tenemos la suerte de ver en nuestra tierra. Al pasar por la carreta y ver la fuerza con la que el aire y el agua zarandeaba y arrancaba la pancarta de uno de los partidos políticos, no puede por menos que pensar que ese mismo agua que algunos tanto se empeñan en negar a nuestros vecinos, era el que trataba de borrar del mapa los vestigios de ese señor que se cree dueño de los bienes de todos, y lo cierto es que lo consiguió. Finalmente para culminar un fin de semana de gran alegría, nuestros niños, nuestro futuro, recibieron su primera comunión. |