primer farol electoral zp La realidad acaba imponiéndose, incluso a los deseos, pronósticos y faroles de Zapatero. Durante la campaña electoral, prometió pleno empleo en 2012, bajadas de precios en abril o que el PIB crecería al 3 por ciento en 2008. Los indicadores macroeconómicos avanzan que no se cumplirá ninguno de estos pronósticos, ni si quiera el que lanzó el mes pasado cuando prometió que España crecería por encima de la UE. Para junio, pronosticó que las familias comenzarían a notar la bajada del Euribor. Lejos de seguir los consejos del presidente, este indicador se ha disparado hasta el 5,4 por ciento, encareciendo 712 euros anuales las hipotecas medias. Aquel día, 26 de febrero de 2008, en plena campaña electoral, el presidente del Gobierno concedió una entrevista a La Sexta, en la que fue interrogado sobre los malos datos económicos que, ya entonces, cosechaban nuestras cuentas. Durante la entrevista, el presidente quiso dar algunas lecciones de economía, aunque no explicó si eran las mismas que podía haber aprendido de las dos tardes que le prometió Jordi Sevilla. Una de las más recordadas fue la que se refiere al Euribor. Preguntado por la preocupación de las familias que veían cada mes cómo se endurecían las condiciones de sus hipotecas, Zapatero levantó las manos y señaló al Euribor como el responsable. “Un indicador” dijo el presidente que, “como todo el mundo sabe, lo fija el Banco Central Europeo”. Dio la casualidad que ese mes, el Euribor había moderado ligeramente su tendencia alcista hasta el 4,34 por ciento. Una moderación que Zapatero interpretó como el fin del ciclo alcista del indicador y se atrevió a pronosticar que a partir de junio, los ciudadanos notarían el efecto de esta situación. Desde aquel momento hasta ahora el Euribor ha mantenido su tendencia alcista. Precisamente, este mes de junio se ha disparado, después de que el Banco Central Europeo anunciase este jueves que, probablemente, subiría los tipos de interés un 0,25 por ciento. El pronóstico de Zapatero se ha descubierto como un farol, ya que los analistas preveían una continuación de las restricciones de crédito en los mercados financieros y el Banco Central Europeo seguía advirtiendo de que se mantenían las tensiones inflacionistas en la Zona Euro.
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