Navahermosa - Toledo

Lo del Partido Popular es lo lógico. Lo demás son “aventuras estrafalarias”, afirma Cospedal para decirnos que “El PP o la nada”. Sólo caos. Qué razón tiene… Sería completamente estrafalario promover el bien común. Garantizar la convivencia democrática conforme a un orden económico y social justo. Ridículo sería promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.

¿Establecer una sociedad democrática avanzada? No, por favor. Menos idioteces. Como la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo… O el libre desarrollo de la personalidad. ¡Tonterías! La Declaración Universal de Derechos Humanos es una solemne estupidez. Lo que importa es la Declaración Universal de Violaciones Humanas.

Lógicamente, el derecho a la propiedad privada está muy bien. Unos tienen mucho y muchos no tienen un céntimo. Así, así. No es admisible una remuneración suficiente para satisfacer las necesidades de los trabajadores y de sus familias. La protección de la salud tiene que ser relativa. Y nada de disfrutar una vivienda adecuada.

Por supuesto, la juventud no tiene que participar eficazmente en el desarrollo político, social, económico y cultural. Al diablo los más débiles… Lo normal. Porque otras pretensiones sólo serían, simple y llanamente, aventuras estrafalarias. De modo que sigamos “en la buena dirección” La única posible. Disfrútenla.

Ésta es la fuerza de los populares. Defender España aplastando a los españoles. Puños fuera contra la población para “ser fuertes en Europa” con la anemia galopante de los ciudadanos. El único partido capaz de conseguir todo esto es el PP. La fractura, por cierto, con el ala a la derecha del partido no significa que el grupo de Rajoy no sea la derecha extrema. Ese centro derecha, a juicio de ellos, que agita la bandera de la democracia en defensa de las personas. A base de lluvia de bofetadas.

Conmueve que Rajoy se ponga el mandil con la idea de preparar en el fogón un sistema tributario “más simple, más equitativo” de cara a estimular “el crecimiento y el empleo de acuerdo con la modernización económica y los objetivos de solidaridad y redistribución”. Que vaya Chicote y frene al cocinero para poner fin a esta pesadilla en la cocina de Mariano.

Es maravilloso el compromiso del PP en la lucha contra la corrupción… Ahí está Bruselas señalando a España como uno de los países más corruptos. Quieren restaurar la confianza ciudadana quienes se encargan de pisotearla, de obstaculizar a la Justicia y de tapar el fango. Pero no se apuren. El Gobierno mantendrá el rumbo porque está comprometido con el futuro de todos los españoles. Confiemos en él. Así que a callar, incluyendo a Pérez Rubalcaba, y a reconocer el mérito autoritario de esta gente.

La reforma fiscal, según Floriano, va a cumplir “el objetivo de lograr la recuperación de la economía de las familias tras haber recuperado la economía española”. Dado el desorden establecido, la crisis no está teniendo una salida social, sino todo lo contrario. Se dan todas las condiciones para que a la clase trabajadora y a los más necesitados se les quede crónico el problema, ya que a lo máximo que hoy pueden aspirar muchos es a sobrevivir. Malamente.

Aunque no es nuevo que los beneficios se los lleven la gran banca y las especies afines, las vueltas de tuerca actuales acentúan estos hechos. Ahora bien, las elecciones europeas de mayo son una pequeña oportunidad que los electores deberían acoger para pronunciarse con contundencia. Mientras, sálvanos, Chicote, de los timadores y presuntuosos personajes de esta cocina del infierno