nos privatizan la sangre Ante la noticia ya confirmada de que la Consejería de Sanidad tiene ultimado lo que llama "Convenio de colaboración con Cruz Roja" según el cual esta entidad privada asumirá la gestión de la promoción y donación de sangre de modo exclusivo en toda la Comunidad de Madrid, la ASOCIACIÓN DE EMPLEADOS DEL CENTRO DE TRANSFUSIÓN DE MADRID (ADECETMA) desea dejar clara su postura ante dicho convenio. Como en repetidas ocasiones hemos mantenido, el argumento del Consejero de Sanidad, Sr. Fernández-Lasquetty, de que no se trata de una externalización porque es un convenio con Cruz Roja, cae por su propio peso puesto tal como él mismo dijo en la Asamblea de Madrid, "es un acuerdo, un convenio con la Cruz roja conforme al cual cada uno nos vamos a ocupar de una tarea". Por tanto es un acuerdo firmado con una entidad que, incuestionablemente, no es pública lo que claramente significa que pertenece al sector privado. Lo que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid pretende, según ha venido a decir el Sr. Consejero, es transferir esta actividad pública al sector privado. Por más que se quieran buscar otros nombres que maquillen la realidad, esto, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, se llama privatización. Desde esta Asociación, nos preguntamos si, una entidad como Cruz Roja que antepone a su nombre las siglas ONG, no debería limitarse a complementar, nunca reemplazar, las funciones que realiza el Centro de Transfusión. Si la finalidad de dicho convenio realmente es organizar de una manera sensata la donación de sangre, cuál es el argumento que justifica que una de las actividades propias del Centro de Transfusión pase íntegramente a una entidad de gestión privada, que tradicionalmente ha abastecido de sangre exclusivamente a hospitales privados. ¿Realmente se puede considerar "sensato" darle todas las colectas externas a una entidad que a principios del año 2012 tuvo que reducir notablemente el número de colectas y, consiguientemente, el nº de trabajadores que las llevaban a cabo? ¿Es sensato darle todas las colectas externas que gestiona el Centro de Transfusión, 10/12 diarias, a una entidad que gestiona 2 o 3 en ese mismo periodo de tiempo? Según los datos objetivos, cuantitativamente hablando no parece justificado el convenio. Si hablamos en términos cualitativos, es incuestionable la labor realizada por los profesionales del Centro de Transfusión en el desarrollo de sus funciones, lo cual redunda en una altísima calidad en todo el proceso: desde el trato al donante hasta que la sangre llega al hospital, público o privado, que la necesita. Estos datos nos alejan del concepto de duplicidad. Más bien el Centro de Transfusión capitanea un barco en el que Cruz Roja es un marinero. ¿Es sensato que el capitán del barco haga dejación de parte de sus funciones en favor de ese marinero? Sensato es que un sistema público garantice que el proceso de donación de sangre llegue a todos los ciudadanos en función de las necesidades reales al margen de ningún otro criterio, como puede ser el económico. Sensato es que todo este proceso lo realicen profesionales altamente cualificados y preparados para intervenir y dar servicio en cualquier situación. Esos profesionales que nos han demostrado su capacitación y altruismo en las situaciones de emergencia, que por desgracia se nos han presentado en más de una ocasión, sin necesidad de ir respaldados por las siglas de una entidad humanitaria. Con motivo de su participación en la atención de las víctimas del 11M, el CTCM recibió la Medalla de Honor de Madrid . Sensato es que un sistema público garantice la continuidad de ese servicio. ¿Nos garantiza esta privatización que no surgirá un conflicto en la nueva empresa responsable de las colectas, (como el ocurrido recientemente en la lavandería o con la recogida de basura en Madrid)?. Qué pasará entonces, cuando ya se haya desmantelado el servicio de colectas público? Compraremos la sangre a otras comunidades? Contrataremos a buen precio a profesionales en paro que nos saquen del atolladero, estén o no familiarizados con la extracción? (Como se ha hecho en el conflicto con los trabajadores de la limpieza vial)? No es entendible que se privatice un servicio 100% público que, tal como reconoció el consejero en la Asamblea de Madrid: "el trabajo excelente de médicos, enfermeras, técnicos, conductores que, durante todos estos años han hecho un magnífico trabajo", máxime cuando su labor, así como la del resto de trabajadores de la red pública sanitaria que se ocupan de la donación, recibió la distinción del Merito Nacional 2010 por parte de la Federación Española de Donantes. No es por tanto el problema la calidad del trabajo que realizan. En cuanto a la cantidad, la prensa se viene haciendo eco regularmente de los excelentes resultados obtenidos en las diferentes campañas organizadas por el Centro de Transfusión. Si nos ceñimos a los datos globales de colectas realizadas en los últimos años, podemos observar que, según se desprende de la figura 1, es fácil observar que el mayor volumen de actividad del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid recae sobre las colectas externas, las cuales sistemáticamente sobrepasan ampliamente las 60.000 donaciones y en ocasiones las 70.000. Es decir multiplican por 8 el número de colectas que se realizan en el propio Centro de Transfusión. Curiosamente, las más numerosas son las que, según el acuerdo entre la Consejería de Sanidad y Cruz Roja, se quedaría esta última, reduciendo sustancialmente el volumen de actividad del Centro de Transfusión. Si tenemos en cuenta que toda esta sangre ya se está procesando en el propio Centro, ¿quien se beneficia realmente de la privatización de las colectas externas? ¿Cuál es el coste económico que supondrá pagar a una entidad externa por realizar una actividad que ya se venía realizando dentro? Por otra parte, a pesar de los buenos resultados obtenidos, a lo largo del presente año se han ido suspendiendo con relativa frecuencia colectas previamente programadas, en ocasiones hasta dos diarias. El motivo alegado en la mayoría de los casos ha sido la falta de médicos, pese a lo cual no se han realizado contrataciones para suplir este déficit. Para finalizar, a esta Asociación le gustaría saber si la Administración va a recibir algo a cambio de ceder a Cruz Roja bienes patrimoniales públicos, es decir unidades de hemodonación propiedad de todos los ciudadanos, para la realización de las funciones que va a asumir. Madrid, 26 de noviembre de 2013 |