Mora - Toledo

Demagogo Barreda le exige a Zapatero todo lo contrario de lo que él hizo en su región



El “consejo” dado por el presidente Barreda a Zapatero para que remodele su Gobierno- y el consecuente revuelo-, es “interpretado” por algunas fuentes socialistas de Castilla-La Mancha como una hábil operación “a la desesperada” del líder socialista regional para no verse arrastrado – ante las próximas elecciones autonómicas- por el “efecto Mr Bean”, en la caída libre de Zapatero en todas las encuestas. El mismo ya puso en práctica tal consejo después del verano de 2008, cuando la crisis ya “mordía” con cierta intensidad, y el PSOE en Madrid la negaba. En aquel momento Barreda salió triunfante anunciando un nuevo Gobierno “austero”, en el que se suprimían 4 consejerías, se reducían un 13 por ciento los directores generales, y un 25% los delegados provinciales.

Pero la verdad vio la luz. Un estudio sindical posterior demostró que todos los altos cargos públicos suprimidos, en aras de la “vendida”austeridad, fueron inmediatamente “recolocados”, y nunca dejaron- ni dejan-, de cobrar del erario público, ya sea en empresas públicas, fundaciones u organismos próximos al Gobierno Barreda. Teniendo en cuenta, además, que muchos de esos puestos fueron elevados de categoría -cobrando más- , y que se crearon otros a medida para los cesados- principalmente “coordinadores”-, a los que había que sumar los gastos ocasionados por el cambio estructural, resultó que el citado plan de austeridad costó más dinero del que ahorraba.

El PP, por su parte, respondió a Barreda, recordando que en Castilla-La Mancha existen siete delegados de la Junta de Comunidades por provincia, y que en los últimos diez años se han creado nada menos que 25 empresas públicas, y multitud de fundaciones- viveros de recolocación socialista-, en una Comunidad que se halla a la cola en todos los indicadores económicos del país, y con un índice de paro tres puntos por encima de la media nacional.

En el PSOE tampoco bajan calmadas las aguas con el presidente regional. El Partido le echa en cara por una parte, que se haya inmiscuido en las facultades propias del presidente del Gobierno; “él y sólo él debe decidir comó y cuándo hace la crisis de Gobierno”, señalan fuentes de la dirección. Por otra parte, lamentan que no expresara esta misma opinión en el foro adecuado, el pasado sábado en el Comité Federal: ahí es dónde debió exponer sus ideas a Zapatero, y no ante los medios de comunicación. Al margen de debates sobre la libertad de expresión, establecen que el Comité Federal es el instrumento natural y recomendable para hacer estas apreciaciones.

Otros “barones” socialistas respondieron a su compañero. El presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, replicó que “hay que ser muy respetuoso con las competencias de un presidente” y que “a mí no me gustaría que nadie me dijera cuándo tengo que cambiar el gobierno”. El vicepresidente Chaves, ha recordado a Barreda, que la potestad de determinar “cómo y cuándo se hace un cambio de Gobierno” es exclusivamente del presidente. “Lo demás son debates inútiles que no sirven absolutamente para nada”, algo que, a su juicio, debe saber cualquiera que tenga responsabilidades de Gobierno, ha añadido. Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha dicho que prefiere “dejar las cosas como están”.

A pocos se les escapa que estos pasos cambiados descubiertos en el PSOE denotan el enorme nerviosismo ante inminentes citas electorales y las dificultades de algunas de ellas. En concreto, en el caso de Castilla-La Mancha, el PSOE se ve en la imperiosa necesidad de ganar fuelle, ante la encuestas cada vez más favorables para la candidata del PP, Dolores de Cospedal. Ello obliga a Barreda a actuar a la desesperada. Ayer, eso le llevó a ganarse decenas de reprimendas de sus compañeros de partido y a generar un gran malestar en Ferraz.