Mora - Toledo

Es posible que tubiera cinco años o como mucho seis, desde luego, lo que si recuerdo es el frío. Quizás por primera vez entendido, desde la razón propia de esta edad, y por supuesto sufrido.
Era Enero, en Mora habían comenzado a coger, "las aceitunas", heladora
madrugada de Enero. "Vamos mi niño despierta, que nos tenemos que ir"
La joven madre apresura al pequeño, ya encendío, en aquella jalbegada cocina, el fuego en la chimenea, ya el fuego combatía la madrugada fría.
Joven madre, moracha, mujer resuelta, hay que ir al campo, a cojerlas, poner mantos y "mullas", y las del suelo una a una, con su pañuelo a la cabeza.
"Vamos mi pequeño, despierta y almuerza", un tazón de leche con una rebanada de pan frito con aceite.
Ese niño con su madre junto al fuego de la chimenea, en la encalada cocina, gavillas ardiendo de sarmientos, olor entrañable que no olvidaré núnca.
"Vamonos, nos esperan".
Ya caminan los dos, por la acera, con la talega, a casa del amo para cojer su cosecha.
Madrugada fría, madrugada de Enero, hay cosas que no cambian nunca, una de ellas los fríos de Enero, otras si, mejor desde luego.
Ya van los dos, una a trabajar, el otro aún no, pero los dos van, no hay más, y todo está en el olivar.
"Vamos, mantos y a otra", suena la voz del estajero, y mantos y a otra,y a otra..., y el día pasa entre mantos, varejones, espuertas, mullas, zarandas, costales... y frío.
En Enero hay cosas que no cambian, como la ilusión dibujada en la cara de los niños, esperando la noche de Reyes, y el frío, y en los olivares las aceitunas.
Mujer moracha, madre joven, resuelta, ya acabó la jornada, y a Mora vuelve con su niño de la mano y anudado el pañuelo, a la blanca cocina, al fuego, a la gavilla, a los sarmientos, y como siempre en Enero a preparar la jornada siguiente, que son malos tiempos, aunque nunca fueron buenos.
Hay cosas que afortunadamente si cambian, aunque sea Enero, y estemos en Mora.


Especialmente dedicado a OLIVARERO, espero no haber sido muy pesado en esta ocasión.


Un saludo paisano.

gracias kobetes por dedicarmelo, espero no haberte ofendido lo siento, la verdad es que hay cosas que nunca cambin como tu dices, en este caso es la recogida de aceituna en enero, año tras año los dias frios de enero los pasamos muchos de nostros dando palos a las olivas, un saludo a todos los olivareros y feliz navidad a todos los morachos

Nunca es una ofensa, decir aquello que uno piensa, siempre que para ello, mire primero en lo más profundo de su corazón, y haga lo que este le dicte.
Buenas tardes paisano.