Madridejos - Toledo

NOTICIA DEL DIGITAL DE MURCIA
QUEDA CLARO QUE COSPEDAL NOS TRAICIONÓ

El PP ha pasado de explotar el agua como un filón electoral inagotable a convertirla en su ADN, en el 'You'll never walk alone' con el que el Liverpool intimida a sus adversarios en Anfield. Tanto es así, que las asechanzas contra el Tajo-Segura han estado a punto de dejar a la Región sin presidente. Sólo la palabra de honor de Mariano Rajoy, hasta el momento cumplida, ha evitado que Ramón Luis Valcárcel dimita como presidente de la Comunidad Autónoma.
Sucedió en la última semana de diciembre. Recién despuntada una de aquellas frías mañanas que precedían a la Nochevieja, Valcárcel viajó en su coche oficial hasta la madrileña calle Génova, la casa nacional del PP, donde Rajoy lo esperaba en su despacho. Tenían que hablar del Estatuto de Castilla-La Mancha, de la reserva de agua pretendida por Barreda (letal para los regadíos de Murcia), de la necesidad de mantener vivo el acueducto, y, en definitiva, del complicado equilibrio al que el PP se ve abocado para no perder su feudo de Murcia sin renunciar tampoco a la posibilidad -por primera vez palpable- de que María Dolores de Cospedal desaloje a los socialistas del poder en la región vecina.
El inmutable Rajoy se demudó cuando Valcárcel le soltó que ese mismo día dimitiría, y dejaría la política, si no regresaba a Murcia con su promesa inequívoca de que el PP impediría con sus votos en el Congreso la muerte del Trasvase. La respuesta de Rajoy, ya repuesto del pasmo, fue la que cabe esperar de un gallego: «Tranquilo, esto va a salir como tiene que salir». Pero bastó para evitar una crisis institucional de gran calado en Murcia. Valcárcel asegura que no iba de farol, y que, de haber tirado la toalla, los populares tendrían que haberse decantado para presidir la Comunidad por uno de entre sus 25 diputados autonómicos. Difícil papeleta, dado que el PP no pensó en un plan B cuando confeccionó su candidatura a la Asamblea para las elecciones de 2007.
Únicamente Charo Cruz, su mujer, supo qué había llevado a su marido hasta Madrid aquella fría mañana de diciembre de 2009.
El caso es que el órdago sigue en pie, porque la amenaza pende aún sobre el Tajo-Segura, al que todavía queda un largo camino por recorrer antes de verse a salvo de ataques. Después de quince años en San Esteban, salta a la vista que las emociones fuertes gustan a Valcárcel, amante de los coches deportivos y las cabinas de avión. Ya una vez, en 2003, se echó un pulso con Aznar, en lo que pasó a la historia menuda como 'el pacto del Audi'; subiendo por el puerto de la Cadena en el vehículo del presidente del Gobierno de España, Valcárcel arrancó de Aznar la promesa de que convencería a sus ministros Federico Trillo y Álvarez Cascos para que desbloquearan el aeropuerto de Corvera, que dormía la siesta en algún cajón olvidado. O lo hacía, o tendría que buscarse otro candidato en Murcia para los comicios de 2003. Y Aznar era mucho Aznar.
La conversación de diciembre en el despacho de Rajoy ayuda sin duda a entender mejor lo sucedido el pasado día 21 en la Comisión Constitucional del Congreso, donde el PP impidió que prosperara el Estatuto de Barreda, con gran desgaste político para su candidata Cospedal, a la que después han abucheado en Toledo y Sacedón. Diputados socialistas y hasta el ministro Blanco afearon a Valcárcel que hubiera acudido a la Cámara Baja «para imponer» a su partido lo que debía votar en la Comisión. Barreda llegó a decir que Valcárcel manda más en el PP que la mismísima Cospedal, su secretaria general.
¿Qué hizo en realidad el presidente murciano? No mucho, aparentemente. Se reunió con Cospedal, Soraya Saéz de Santamaría y Arturo García Tizón. Pero hizo mucho más, en realidad. Consiguió que los suyos le dieran la vuelta al texto de Barreda, de tal forma que resultara inaceptable para el PSOE. Conclusión: devolución del Estatuto a Toledo, alivio en Murcia, desgaste de Cospedal, y regreso de Valcárcel a su tierra en pompa y circunstancia. No hay otra explicación que la palabra de Rajoy: «Tranquilo, esto va a salir como tiene que salir».

https://ww.laverdad.es/murcia/v/20100502/region/valcarcel-amago-dimitir-20100502.html