Señor... Señor... (Almudena Guzmán) Señor, usted no lo sabe y sin embargo sus arrugas, tersándome la mañana, me han obligado a iniciar una huelga de novios desde que lo conozco. Y hoy -mientras los dos nos mirábamos de reojo, cada uno en un extremo de la barra-, mi guedeja más anarquista ha optado definitivamente por afiliarse a sus ojos. Señor, ahora que mi piel y la suya -después de las sábanas- han formado un nuevo «collage» en el agua, no es el mejor momento para hablarle, desde luego, pero aprovechando que estoy arriba y usted debajo, quisiera decirle -casi no me atrevo con sus ojos- que no puedo más, que voy a pararme. -Era el placer como una de esas muñecas rusas que se abren y aparece otra, y otra...- ======================================================================== Busco a la salida de los días, la noche, y en ella a tus ojos de relámpago. Te busco a ti en el fondo de mi copa, y a nosotros, pensamiento sin nombre, al filo del alba. |