La Puebla de Montalbán - Toledo

Alguien le ha debido de decir a nuestra alcaldesa que, según reza un conocido apotegma, "rectificar es de sabios", y ella, entonces, ni corta ni perezosa, se ha apresurado a convertirse en la "sabia" más grande que hayan conocido los tiempos: no para de hacer rectificaciones, a troche y moche, en la señalización viaria (vamos, que donde hoy dice "digo" mañana dice "Diego").

En la calle Caño Grande nuestra alcaldesa tiene organizada una charlotada circulatoria permanente: primero, nuestra alcaldea colocó una señal de "calle cortada", que no impedía, lógicamente, que los coches subieran por esa calle y tuvieran luego (tras encontrarse efectivamente sin salida, por existir -por orden de nuestra alcaldesa- sendas señales de "dirección prohibida" en la calle Aduana y en el tramo adoquinado de la propia calle Caño Grande) que regresar, cuesta abajo y marcha atrás (por no poder hacer un giro de 180 grados), hasta la carretera vieja; luego, precisamente para evitar que los coches subieran y tuvieran después que bajar marcha atrás, nuestra alcaldesa (tras leer este foro) puso, a la altura del Banco Santander, una señal de "dirección prohibida", pero (como ya dije en este foro) la puso entre dos barras de hierro, por lo que parecía que esa señal, más que indicar la prohibición total de subir por la calle Caño Grande, indicaba tan sólo la prohibición de subir por el particular y específico carril que (dentro de la anchura total de la calle) parecían delimitar esas dos barras de hierro (por lo que los coches seguían subiendo por esa calle Caño Grande); y, ya por fin ahora, para deshacer la ambigüedad y evitar confusiones, nuestra alcaldesa (haciendo caso a lo que se escribe en este foro del que ella es asidua lectora) ha decidido rectificar otra vez y quitar la barra de hierro que estaba colocada a la izquierda de la citada señal de dirección prohibida (según se mira ésta desde la carretera vieja).

Lo dicho: si rectificar es de sabios, nadie más sabio existe que nuestra alcaldesa. Y qué mejor alcaldesa puede haber que una sabia. Lo tengo ya decidido: yo la voto a ojos cerrados.