La Puebla de Montalbán - Toledo

El PP ha destituido el 29 de marzo a su portavoz adjunto en la Comisión de Educación del Congreso, Joaquín Calomarde. Ocurre que el mismo día el diputado publicó un artículo en El País bajo el título "El Partido Popular necesario", en el que aseguró que España necesita "un Partido Popular centrado, moderado, libre de complejos del pasado".

Cada vez más cargos del PP dicen que se deben a sus ciudadanos (entiéndase aquí antes que a la dirección del propio PP). Es el caso del concejal del PP de Ermua, expulsado de su partido por haber votado en contra de la utilización del nombre de la localidad de Ermua por el Foro, lo cual no ha gustado al PP. También se apartaron de la línea del partido dos diputados que recientemente han discrepado de la política de Aznar en Irak (que no destituyeron por ser uno de ellos el famoso Del Burgo). Ahora, el otro diputado, desde la moderación, discrepa de la dirección del PP y queda destituido.

Si siguen así en el PP, Acebes y Zaplana se van a quedar solos... una vez que hayan destituido también al propio Rajoy.

Blog: Semáforo abierto

"Por sus actos los conoceréis" reza el aserto popular. Decir que ahí tienes un claro ejemplo de cómo es el PP sería, ciertamente, injusto, pero no lo es decir que ahí tienes un claro ejemplo de cómo son los actuales dirigentes del PP, a saber: Aznar (que es quien de verdad manda), Ambrosio (conocido también por Rajoy), Acebes-Mentiroso, etc.
Esos dirigentes son, en verdad, unos auténticos malandrines. La justificación del empleo de este adjetivo la doy en las líneas que siguen más abajo.
Se acaba de publicar lo que dos etarras han dicho en el diario Gara: "ETA ha cumplido todos sus compromisos; el Gobierno no ha cumplido ninguno". Lo importante de esa frase no reside en saber qué compromisos asumió el Gobierno en su negociación con la ETA. Por definición, en toda negociación las partes negociadoras asumen compromisos, es decir, se prometen recíprocamente algo. Así pues, el Gobierno pudo quizás prometerle algo a la ETA, lo que no tiene por qué significar que lo prometido fuera ilegal, ni mucho menos. El Gobierno pudo perfectamente prometerle a la ETA cosas perfectamente legales: por ejemplo, le pudo decir "mira, ETA, si no matas, yo acercaré presos a las cárceles vascas; si no matas, yo concederé a determinados presos tuyos el tercer grado penintenciario". Cosas así pudo prometer el Gobierno. Es más, incluso pudo haber prometido (y ello habría sido totalmente razonable y, a buen seguro, también legal) cosas de más enjundia: "mira, ETA, si entregas las armas y te disuelves de manera definitiva, yo promoveré en el parlamento la adopción de algunas medidas legales de gracia, tales como el indulto para los presos etarras que no tengan delitos de sangre". Lo verdaderamente importante de lo que los etarras han dicho en el diario Gara es que, según éstos, el Gobierno no ha cumplido niguno de sus compromisos (y, por ello, la ETA la emprendió a bombazos en diciembre pasado y amenaza ahora con más bombas "si el Gobierno impide -dicen- que la izquierda aberchale se presente a las próximas elecciones"). Lo importante es que los propios etarras reconocen que cometieron el atentado de diciembre pasado porque el Gobierno no cumplió ningún compromiso, esto es, dicho en cristiano, porque el Gobierno NO CEDIÓ EN NADA. Los propios etarras reconocen, en el diario Gara, que el Gobierno fue inflexible y -no recuerdo ahora sus exactas palabras, pero son equivalentes a las que seguidamente voy a entrecomillar- "que en la negociación puso siempre como barrera infranqueable la Constitución".
Eso es lo que han dicho los etarras.
¿Cual ha sido la reacción de los malandrines antes citados? Pues tergiversar y engañar: han dicho que la ETA (al amenzar con poner bombas si la izquierda aberchale no puede presentarse a las elecciones) está evalentonada y que el Gobierno NO PUEDE SEGUIR CEDIENDO al chantaje, dando así por hecho los malandrines (sin prueba ninguna) que el Gobierno está cediendo, y por ello los malandrines le exhortan a que "no siga" cediendo más.
Es evidente que los malandrines no quieren enterarse de que el Gobierno, como asegura la propia ETA, no ha cedido en nada. A los malandrines les remuerde ahora la conciencia. Han estado meses y meses defecando por la boca, profiriendo todas clase de injurias, denuestos, improperios, vituperios y oprobios contra el Gobierno, y ahora los hechos demuestran que el actual Gobierno (a diferencia de lo que hicieron los malandrines cuando gobernaban) no ha cedido en nada ante los etarras. Y, para que la gente no vea que se han quedado "con el culo al aire", los malandrines, haciéndose eco de aquel dicho deportivo de que "la mejor defensa es un buen ataque", han decidido aumentar la ración de falsedades que nos sirven a diario. Así son esos malandrines que dirigen al PP. Si tuvieran una pizquita de honor, de "vegüenza torera", habrían dimitido ya, porque es intolerable que esos malandrines, cuya única actividad laboral consiste en lanzar insidias durante las veinticuatro horas del día, tengan la "jeta" de, por tan infame labor, cobrar todos los meses un sueldo que sale de los impuestos que pagan los españoles.

La verda es que el gobierno sa vendio a la eta y gracias a Rajoy que no a podio ir mas lejos con Navarra que el zapatero es el que tiene que dimiti para que salga la verda del 11-m que menos mal a la Cope y al Mundo que se va saver la verda zapatero dimision

El diputado Joaquín Calomarde, al que citas en tu mensaje, Cancamusa, ha escrito hoy un artículo que yo suscribo totalmente y del que os traigo algunos párrafos, con la esperanza de que sirvan también para reflexión del partido:

Quiero hablar principalmente de mi partido, el Partido Popular, de cómo ha encarado el tramo que va desde la pérdida de las elecciones generales hasta el momento presente. Al comienzo de la legislatura Rajoy pidió de forma expresa, cosa que le honrra, una oposición serena, moderada y educada.
Las cosas no han ido por el camino deseado, el Partido Popular ha caído en el enorme error del cultivo de la desmesura, el exceso, la falta de rigor y la escasa capacidad para presentar iniciativas políticas alternativas al Gobierno socialista. La sociedad española ve con asombro cómo la crispación sustituye al diálogo y los valores de concordia y convivencia se ponen en solfa.

El Estatuto de Cataluña, que fue mal gestionado por el Gobierno socialista, no rompía la unidad de España. El matrimonio homosexual, no terminaba con la familia en España. El asunto más importante, ETA, no había sido utilizado, en treinta años de democracia, contra la política y la lucha antiterrorista del gobierno.

Olvidemos la exasperación de la sociedad española, los gritos, las algaradas, las broncas, y ejerzamos una oposición leal con el Gobierno legítimo de España; dura, cuando sea preciso, pero nunca antipoder, y jamás rozando laminar los valores máximos de concordia, libertad y convivencia plena de la democracia española. Los españoles, todos, sabrán valorarlo y, sin duda, agradecerlo.

Sinveguenzas que eso son que los tienen que larga del partido que una manzana podria estropea to que na mas que sacais lo podrio pero el que rie el ultimo rie mas que ya no queda na pa las elecione y la gente no es tonta que en las encuesta arrasa el PP y sa terminao el tinglao que teneis