La Puebla de Montalbán - Toledo

Las ferias de agosto suelen ser relativamente tranquilas en la ciudad de Toledo. Sin embargo, en ocasiones hay incidentes que perturban las sensaciones de calma y diversión propias de una noche de fiesta. Esto es lo que ocurrió la madrugada del pasado domingo en el entorno del recinto ferial de La Peraleda. El conductor del un turismo -Peugeot 407- embistió a otro vehículo que accedía a la capital regional desde la carretera de Talavera de La Reina por la rotonda de La Olivilla en torno a las dos de la madrugada, con el objetivo de acceder al ferial.
Tras el violento impacto, el presunto infractor se dio a la fuga, y no paró su automóvil ni siquiera para interesarse por el estado de los ocupantes del otro, a pesar de la fuerza del choque.
Varios testigos presenciaron el incidente, que se saldó sin víctimas personales pero que podría haber tenido consecuencias mucho tras trágicas teniendo en cuenta la «elevada velocidad» a la que supuestamente circulaba el conductor. «Podía ir a más de 90 kilómetros por hora, ya que le resultó imposible rectificar la trayectoria, se comió la isleta y chocó contra el otro coche», comentaban ayer a La Tribuna.
En el vehículo víctima del impacto viajaban tres jóvenes de unos veinte años, dos de los cuales actualmente llevan collarín como consecuencia del accidente. Además, uno de ellos se resiente de un fuerte dolor de rodilla -tras salir de una importante lesión- y de espalda.
Los ocupantes del coche afectado por el suceso, además de varios testigos, lo movieron hasta conseguir sacarlo de la carretera. En ese momento, se percataron de que tenían un lateral destrozado, así como el espejo y la aleta, por lo que quedó prácticamente siniestro.
La casualidad quiso que uno de los ocupantes del turismo, concretamente el que viajaba en la parte trasera, se quedara con la matrícula del infractor y visualizara perfectamente el modelo, un extremo que fue confirmado por los testigos.
Además, también por casualidad, las víctimas del suceso se dieron cuenta de que podían conocer al presunto infractor, vecino de La Puebla de Montalbán. Por tanto, además de denunciar el suceso a la Guardia Civil, iniciaron su propia ‘investigación’ y consiguieron localizar al dueño del Peugeot 407, que había llevado el coche a un taller a repararlo, alegando que había tenido un accidente en Toledo durante el fin de semana.
Fue en ese momento cuando el responsable del taller le recomendó entregarse y reconocer la autoría de los hechos, con el objetivo de evitar males mayores.
Los testigos explican que al verse prácticamente acorralado, acabó confesando en las dependencias de la Guardia Civil de La Puebla de Montalbán.
Posteriormente, habló por teléfono con la conductora cuyo coche recibió el impacto y le dijo que no paró tras el accidente «porque se asustó mucho».
Las víctimas del incidente esperan que la celebración del juicio se produzca pronto, aunque lamentan que tendrán que pasar «algunos meses».
Asimismo, denuncian que una infracción de estas características «no constituya un delito y se quede simplemente en un juicio de faltas, ya que para que fuera delito alguno de nosotros tendríamos que haber muerto como consecuencia del suceso».
En cualquier caso, una de sus mayores preocupaciones es reponerse con rapidez de las lesiones y recuperar el coche «porque es muy necesario para trabajar». En definitiva, una divertida noche de ferias en Toledo que acabó convertida en disgusto.

https://ww.latribunadetoledo.es/noticia/Z1A7FC706-BAC3-4418-98327E72E85B517D/20120823/embiste/turismo/da/fuga/rotonda/olivilla

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