Illescas - Toledo

En el llano castellano-manchego,
entre Madrid y Toledo, destaca
sobre tejas y arboledo, una flaca
y luenga asta, frente al quiosco del ciego.

Asta ex profesa para el burriciego,
que sigue con los fastos y alharacas,
aún siendo época de flacas vacas,
empleando el pendón para realzar su ego.

Ego propio de manchego aldeaniego,
representante de la pandereta,
no de dos mil setecientos parados.

Que englosan su dilatado talego,
pero él, lejos del toque de retreta,
erguido y prieto, juega a los soldados.

Salud y República.