TRES ERAN TRES, LOS HIJOS DE ... (Romance) Pase un día, pase ciento, ¡Tu almanaque! días no posees, que cuenten cuan penoso y holgado este vía crucis es; más siempre hubo, no siempre habrá, sobre nuestra madre patria, Marianos, María Dolores o Fernandos...salvapatrias, que estrechen las faltriqueras a las faltriqueras maltrechas, sacando de donde no hay, hallando donde sacar pechas. En aras del común bienestar, debe el común estar a bien con estas gentes sin común, evitando que se enrabien, si desengaño mostramos en sitios del común estar. En un místico retiro debemos de manifestar al resto de la esférica orbe, que el Estado del Bienestar, humea desde los Pirineos al Estrecho de Gibraltar, desde la playa de San Juan a la raya de Portugal; y ellos, entre tanto, alardear de tener bien prieto el dogal, salvando la hispana marca, de santos doctores cuna, atalaya de cristiandad, freno de la media luna. Eso dice Don Mariano, después de verla perdida y por medio mundo buscar, alguna vela encendida que ilumine su camino de titubeos e imprevistos, por "el ambiguo" le nombran, en donde su faz han visto. ¡Salvemos nuestra libertad! clama el ama del cigarral, de los golpistas hostiles al régimen neoliberal, mientras auna tanto sueldos como costados detenta la ancha y pobre comunidad a la que mal representa, malgastando tiempo en cuitas, entre Génova y Ferraz, contubernios palaciegos, para saciar su hambre voraz, de querer estar y no estar en Consejos de la Corte, ya está en diez o más Consejos su afortunado consorte. ¡Ay! reina de la peineta, para los curas María, Dolores para tu pueblo, que recortes no quería, pero si de ti algo queremos, dices que a algo hay que renunciar y entre algo y algo, queda algo para agua bendita escanciar. A cinco leguas de trecho, el pío agua sabe a azufre, Don Fernando no comprende el vil despilfarro y sufre... Por ello y lo que ha de llegar, no del sino planetario, más del gusto de Palacios, sino por su real dietario, pues unos dicen si, otros no, sobre el último destino de nuestra Diputación y de este zangolotino, su diputado cultural, aunque cultura no alberga, sumando su sueldo y sus dietas, da para más de una juerga y, sobre todo, prestigio, pues si vuelve a reales rellanos no repartirá subvenciones ni las becas de hortelanos. El ver tanto disparate, estremece mi corazón y el corazón de Europa ve estremecer su armazón, enviando troikas teutonas para poder verificar que los patriotas de turno paguen deudas sin replicar. No es menester acrecentar para saldar nuestra deuda, es ahogar al pueblo llano y sálvese quien pueda, por gracia de nuestro Señor, Santa María, su madre, nuestra querida y alta prima y el ibex, su compadre. Endogámica familia, con parientes extranjeros, amparados de la crisis, que sacude a los obreros y amos de cierta clientela de sufragistas plebeyos, defensores del capital como si éste fuera de ellos, sacrificando derechos para arreglar a sus dueños, a los que odian en el silencio que atraviesa por sus sueños, pues no conozco jumento, que ponga buena semblanza, al castigo sin sosiego, a su salud y enseñanza, a su oficio y sustento, a su hipotecado feudo y a todo lo que le queda, si algo le queda sin deudo. Y ya se despide este juglar con sensación de amargor, de no hallar justas palabras, que expresen este desamor, más si no digo la verdad, sobre todo lo versado que nuestro buen señor me vea del cielo defenestrado. Salud y República |