Espinoso del Rey - Toledo

Ayer los españoles vivimos un gran baño de españolidad, esto nos demostró que todos unidos somos muy fuertes, sin pensar en ideologías, que cada uno es muy libre de pensar y actuar como quiera.
Creo que sobran las palabras para decir cualquier comentario sobre la maravillosa e increíble página que ha conseguido que haya un sentimiento colectivo de orgullo de Patria. De “esta Patria mía, de esta Patria nuestra” que cantaba la cantante Cecilia en los años 70. Un sentimiento sin miedo a que pueda ser empañado con el insulto fácil y recurrente de “facha”. Con la misma fuerza que “Yo soy español, español, español.” Siempre me ha producido envidia y desde luego nada sana (la envidia nunca lo es) el orgullo con el que los americanos, por ejemplo, ostentan su nacionalidad y el respeto hacia la bandera o el himno que los identifica a todos. Aquí estamos acobardados (puede que esté equivocado, pero es el sentimiento que tengo y estoy seguro de que, como yo, muchos otros). Somos tan gilip0llamente cobardes yo el primero, queremos ser tan correctos que ponderamos culturas, himnos y banderas del Chichinabo de Abajo o de Arriba, pero no hay huevos, ni ovarios a decir con orgullo el “soy español” que ha cruzado, gracias a esta Selección, de norte a sur el mundo. Sin embargo… a veces, el deporte nos da la lección que deberían darnos los políticos y, en lugar de diversificar las voces exclamando yo soy castellano manchego, yo soy andaluz, yo soy vasco o yo soy catalán… etc. etc. gritan uniendo voces y ejemplo el “yo soy español”.

Buenas Tardes

TRAKC.10

Toda España estuvo vestida de los colores de la bandera: el rojo y el gualda. En balcones y ventanas, en coches y en la indumentaria de miles de transeúntes.

Madrid fuè la fiel estampa de ello. En el Paseo de Recoletos de Madrid no cabía ni un alfiler. Miles de personas se agrupaban, como sardinas en lata y sin que les importe el intensísimo calor que azotaba este 11 de julio a la capital, con tal de disfrutar a coro con amigos, familiares y cientos de desconocidos de los esperadísimos goles de los chicos de Del Bosque. Gigantescas pantallas permitieron gritar los tantos de los nuestros.
Cibeles estuvo a tope. El ambiente fuè increíble. No faltaron los cánticos, los gritos, las caras pintadas con la bandera nacional... todo el mundo animaba a la selección. Tampoco se olvidaron de los pronósticos del famosísimo ya pulpo Paul, de forma que algunos portaron hasta muñecos de peluche con la forma del animal. Las calles de Barquillo, Alcalá, o plaza del Rey de Madrid se convirtieron durante horas en un macrobotellón «ambulante». Corrieron litros y litros de cerveza, vino, sangría... Y despuès de muchos nervios el gol se festejò como el decisivo para conquistar la buscadísima victoria, que se nos ha negado durante toda al historia.
Y al dia siguiente a esperar a los campeones....a los patriotas ejemplares que han sabido darnos una lecciòn de unidad a travès del deporte,de la cual el mayor responsable es Vicente del Bosque.
Nos hicieron vibrar y nos han hecho soñar.
España vive hoy una resaca......¡maravillosa¡

La selección española de fútbol ha conseguido que el ¡Viva España! se pueda decir libremente y sin temor a ser tachado de……o similares. Un sentimiento, una emoción compartida por todos, al mismo color, sin diversidad cultural, todos a una, por España y con orgullo de ser español. Estas palabras, en otro momento, serían tabú, y no tendría que ser así., adorar a tu patria es muy grande, como lo es también sentirse espinoseño, toledano, castellano manchego, pero ¡¡ESPAÑOL!! ante todo.

Esperemos que las banderas que han vendido los chinos (que se han "forrado") no vayan al contenedor.

Un saludo

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