Espinoso del Rey - Toledo

Con motivo de los regalos de Papá Noel, Reyes, Amigo Invisible (y bodas, cumpleaños, onomásticas, etc.), he introducido este tema, a ver lo que da de sí.
Soy enemigo de los regalos. En primer lugar, por lo que se decía en mi pueblo: "El que regala bien vende, si el que lo recibe lo entiende".
O sea, el regalo suele ser una especie de chantage: regalo algo para obtener un privilegio, o un mejor regalo; o regalo un ramo de flores a la esposa,para cubrir los cuernos que le pongo, etc.
Es frecuente que el regalo nos complique: si nos regalan corbatas, no nos gustan; camisas o pantalones, no nos valen; un detalle, no nos satisface y se lo regalamos a otro....
Con mucho cariño y dedicación, mi esposa ha regalado un precioso -según ella- chaquetón a mi hija menor; a mi hija no le ha gustado, se ha desplazado para cambiarlo, ha revuelto la tienda, no ha encontrado nada a su gusto y, menos mal, le han devuelto el dinero y se comprará en Madrid algo a su gusto.
Pero yo lo que quería contar es el regalo que me ha hecho una cuñada: Me regaló en Navidad algo; ya en casa, mi esposa abrió el paquete y por poco se hace "pipí" de la risa; le dió como un ataque de histeria carcajeante; lo que había en el paquete era un estuche de caro cuero para guardar los relojes de pulsera y los gemelos. Quizá no os parezca motivo para las carcajadas de mi mujer: ¡ES QUE YO NUNCA HE USADO GEMELOS Y EL ÚNICO RELOJ QUE TENGO ES UNO DE 6 EUROS COMPRADO EN UN MERCADILLO!
EL ESTUCHE SE LO HA ADUEÑADO ELLA PARA PONER SUS COLLARES Y DEMÁS CHATARRA.
ISPINUM