Espinoso del Rey - Toledo

Las primeras lluvias de la primavera acentuaron los colores de nuestra hermosa tierra, se veían más nítidos y el aire fresco olía a tierra mojada. El cielo azul transparente resaltaba la belleza de los campos plateados de olivares.
Eran paisajes extensos donde las hileras de olivos se prolongaban hasta perderse de vista en sucesivas ondulaciones, con la solemnidad de un mar en calma. Invitaban a su contemplación en silencio y despertaban los más variados sentimientos. Quien no se haya sentido impresionado ante la grandeza de nuestros olivares es porque no ha nacido en el pueblo, o no los ha mirado con buenos ojos, y sobre todo muy agradecidos por su belleza.
Después del largo y duro invierno que había pesado sobre los olivos, se respiraba paz y serenidad bajo sus ramas.

Un Saludo

TRAKC.10

has conseguido emocionarme,hace mucho que no visito mi pueblo,solo cuando paso por jaen veo un inmenso mar de olivos,pero te aseguro que no se parece nada a los de mi pueblo,gracias por escribirlo.

LLUVIA

La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!

Federico Garcia Lorca.


Me gustan los dias de lluvia.

A mi también me gustan los días de lluvia, Lunita. Hoy es uno de ellos, estoy haciendo la bolsa para ir al pueblo.
Lástima que aun no tengamos nízcalos, pero la semana que viene ya habrán empezado a salir.
Los días lluviosos de otoño en el pueblo son preciosos: las cornicabras destacan puntitos rojos en la sierra, los rebollos empiezan a colorear sus ocres y los jabalies cojen las bañas que es un gusto.
Aun quedan higos, granadas, manzanas, uvas....y castañas. ¿no vais a asar castañas?.

Eso de que no hay níscalos....

¡No me digas que ya los hay!. Mira que los he buscado este puente; ni los he visto enteros, ni he visto restos de haber sido cogidos. Tomo nota aguagratis.

Yo ya los comí el jueves pasado y eso que no había caído ni una gota de agua. En unos días va a haber mas níscalos que pinos.

Aguagratis, mañana es el gran día, voy a coger tantos níscalos que no me van a caber en el coche.
Como vas a estar en tu huerto, te llevaré una bolsa.

Que tengas suerte porque ya ban boca abajo