Espinoso del Rey - Toledo

Cuando hablamos de “la verdad” siempre recurrimos a la estrofa de Campoamor.
“La frase «ley campoamor» se basa en el texto del famoso poema de Ramón de Campoamor que dice: «En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira / todo es según el color / del cristal con que se mira», el cual supone una pesimista pero bella manera de expresar, y admitir, que nada vale, que ningún valor es inmutable, y que inevitablemente impera el subjetivismo, la arbitrariedad, y el relativismo, en todas las facetas de nuestro mundo (por ello, traidor, según el poeta)”.
Lo de Campoamor, como pasa siempre con “la verdad”, es, en mi opinión, verdad y mentira, según se mire.
Para mí, siempre existe una “verdad objetiva”, real, metafísica, invariable….
Otra cosa es “la verdad percibida”.
Una misma idea o hecho es percibido por la persona según le inspira su ideología, su estado de ánimo, su deficiente información, etc.
Para esa persona no hay más verdad que la suya, aunque diste mucho de la verdadera realidad.
Estas reflexiones me han surgido con motivo de la identificación (y muerte de uno por la policía) de los dos supuestos terroristas de Boston.
Veo en los foros que comentan esta noticia cómo unos la admiten sin dudas, mientras que otros dicen que la policía americana distorsiona la verdad y miente.
Igual que nos pasa a nosotros con el 11-M: para unos está claro y bien juzgado lo que pasó, mientras que otros seguimos “queriendo saber la verdad”.
Y lo mismo podemos decir sobre muchos temas de la actualidad española: cada uno ve y piensa lo que quiere ver y pensar, sin que le preocupe mucho ni poco la “verdadera verdad”.
ISPINUM