Escalona - Toledo

La sala especial del artículo 61 ha aceptado la recusación del juez Garzón contra cinco de los siete magistrados de la sala de lo penal designados para juzgarle por un presunto delito de prevaricación cometido al investigar los crímenes del franquismo.

La defensa del juez de la Audiencia Nacional recusó al presidente de la sala, Juan Saavedra, y a los magistrados Adolfo Prego, Julián Giménez, Francisco Monterde y Juan Ramón Berdugo al considerar que estaban contaminados para juzgarle por haber participado en la instrucción de la causa y porque entendía que tenían interés directo o indirecto en el pleito. La Fiscalía apoyó la recusación pero solo por el primero de los motivos.

El Tribunal Supremo aparta a estos cinco magistrados después de que el ponente, el presidente de la sala de lo militar Ángel Calderón, se haya quedado en minoría en su intento de rechazar la recusación. Junto a él ha votado en contra de admitirlas otro magistrado cuya identidad no ha trascendido. La ponencia ha pasado a manos del presidente de la sala de lo social del Tribunal Supremo, Gonzalo Moliner. Ángel Calderón ha anunciado que presentará un voto particular.
Garzón, "satisfecho por una batalla ganada dentro de un amplio frente"
Fuentes próximas al juez Garzón han explicado que está "contento y satisfecho porque les han dado la razón después de venirla reclamando desde hace mucho tiempo. Es una primera batalla ganada dentro de un amplio frente de pleitos que todavía están abiertos".

Garzón recusó a los cinco magistrados -el presidente de la sala de lo penal, Juan Saavedra; y los magistrados Adolfo Prego, Joaquín Giménez, Francisco Monterde y Juan Ramón Berdugo-, al estimar que estarían inhabilitados para juzgarle por dos razones: haber participado en la instrucción del procedimiento y tener interés en el mismo.

La Fiscalía apoyó el pasado 31 de mayo la primera de las causas de recusación solicitada por Garzón en un informe remitido a la sala del 61 en el que señalaba que lo hacía para evitar cualquier "sospecha" de falta de imparcialidad.

Los otros cuatro magistrados suscribieron un informe en el que señalaban que no se ha visto afectada su imparcialidad y aseguraban que no albergan "una idea preconcebida acerca de la culpabilidad o ausencia de ella del recusante".

Por este caso, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) condenó a España, entre otros motivos, porque "la imparcialidad del tribunal podía suscitar serias dudas, en la medida que sus miembros habían participado en varios actos de instrucción".

JAVIER ÁLVAREZ