Escalona - Toledo

Hoy quiero comenzar mi reflexión haciendo mención sobre todo a las ultimas catástrofes naturales que están sucediendo en nuestro planeta Tierra, y para entrar de lleno en el tema sería bueno asimilar que nuestro planeta, “si, nuestro planeta tierra llora” y últimamente ya no puede controlar su llanto, debido sobre todo al enorme daño que le estamos provocando, ya sea a través de nuestra contaminación, y demás cuestiones que a estas alturas ya sabemos y tenemos todos constancia de ello.

Pero lo más lamentable de todo esto es que cuando la Tierra llora, nos miramos unos a los otros y fingimos no darnos cuenta, bajamos la mirada o miramos hacia otro lado, esto te lleva a pensar y a sentirte miserable, pero no, ya que nuestro propio ego y nuestra vanidad cada vez están más sentadas en mirar hacia otro lado, en resumen nos ganan terreno a la hora de afrontar responsabilidades, nos convierten en autómatas, y nos anulan nuestro campo de visión, desechamos utilizar la ley que por propia naturaleza deberíamos aplicar, que sería muy sencillo si le diéramos el amor y el respeto que se merece, pero no es así, preferimos alzar la vista hacia otro lado.

El sentido que aquí reflejo para que me entendáis, mejor está basado en los terremotos, los tsunamis, los grandes cataclismos que están sucediendo hoy en día, lo resumo en las lagrimas de la Tierra, cuando el planeta llora nos miramos unos a los otros, lo comentamos, nos quedamos tontos, pero cerramos los ojos para no ver y asimilar su dolor, son actos también muy cobardes cuando arrancamos un árbol sin ningún remordimiento, cuando somos participes en algún incendio forestal, por nuestras negligencias a la hora de celebrar nuestras acampadas o barbacoas arrasando los bosques.

Así que la Tierra llora cuando ya no tiene control de su fuerza y poder, produce vientos huracanados que ni las propias aves pueden dominar y les impide volar, y que nosotros como simples humanos nada podemos hacer ante tanta fuerza y magnitud de esta situación, así que no solo la Tierra llora si no que de esta forma es como oír sus quejidos, sus lamentos, es como si dijéramos una triste gaviota que al beber de sus mares se envenenara, vemos una y otra vez sus quejidos y a través de su interior empuja a las montañas y las resquebraja, así llegan las desgracias, se producen tragedias.

Envenenamos nuestros ríos, los mares, los cauces subterráneos que tienen la mala fortuna de tropezar con el ser humano, y al final terminan por secarse.
Nada no queremos hacer absolutamente nada cuando la Tierra llora, solo nos conformamos con cerrar los ojos o mirar hacia otro lado, asimilando que lo que está sucediendo con el planeta no nos va a suceder a nosotros, y cuando nos sucede nos llevamos la mano a la cabeza y acompañamos a la Tierra con nuestras lamentaciones y nuestros lloros, después decimos (Dios mío ayúdanos).

¿Pero qué hacemos nosotros por nosotros), nada de nada, bueno perdón si hacemos algo y es que sabemos y tenemos siempre palabras dispuestas para ofendernos entre nosotros mismos, o para quitar la vida a algún animal, ya no por el hecho de comerlo, no…, no, solo por puro placer y diversión, si siempre matamos, aunque a veces no lo hagamos con las manos sino con nuestra triste y tonta forma de pensar y actuar, nos engañamos, llegamos hasta tal punto que ni si quiera nos sentimos humanos y si lo somos no tenemos corazón.

Hoy la Tierra está llorando, quizás no sea por ti, pero no te descuides que mañana si puedes sentir las lágrimas de la Tierra.

Gracias por leerme
luismgon