Escalona - Toledo

Corría el año de 1525, en Escalona tenían una de sus sedes un grupo al que se le conocían como los “Iluminados o Alumbrados”, estos grupos buscaban la iluminación del alma de Dios, sus líderes eran conversos sin estudios universitarios, casi la mayoría de estos grupos se desarrollaron en Toledo, pero el líder de los grupos era una mujer concretamente, Isabel de la Cruz que estaba vinculada a la orden franciscana y un cura llamado Pedro Ruiz de Alcaraz.
Ellos se hallaban vinculados al movimiento espiritual de la orden franciscana, pero a su misma vez tenían y seguían un camino propio de religiosidad interior, anti intelectual, su doctrina era el dejamiento del alma, anulando su propia voluntad ante Dios, renunciaron a las prácticas religiosas externas, a la realización de las buenas obras, pues las consideraban ataduras que impedían la contemplación de Dios.

Por aquellas fechas ya estaba dando plena batalla la Inquisición, que aprovecho rápidamente para desarticular estos grupos sin ejecuciones, algunas confesiones realizadas en los procesos de la Inquisición implicaron a intelectuales en el momento en que éstos perdían a sus grandes valedores en la Corte, en los siguientes años serian ajusticiados, procesados y condenados, esta persecución no impidió la radicalización de los reformadores religiosos, entre los que se encontraba Juan de Valdés que posteriormente se trasladaría a Nápoles donde organizo un circulo de religiosidad intimista, con gran repercusión en la aristocracia italiana, él fue uno de los líderes de los alumbrados, y en casi la mayoría de las ocasiones en que se reunían lo hacían el Castillo Palacio del Marqués de Villena en Escalona.

Después acaerian persecuciones en casi toda la península española, por ejemplo hay que redactar el desarrollo de la trayectoria que llevaría al medico aragonés Miguel Servet, gran científico y autor religioso de la obra “Restitución del Cristianismo”, a huir de España, aunque su radicalismo religioso y más concretamente su negación por el dogma de la Trinidad le llevarían a ser condenado a morir en la hoguera. Estos españoles fueron claramente protestantes pero solo pudieron expresar libremente sus pensamientos libremente fuera de España.

No hay que dejar de recordar que por aquel entonces la mayor parte de esta represión fue llevada a cabo por Fernando de Valdés, arzobispo de Sevilla, y gran inquisidor general, por él fueron condenados varios grupos eclesiásticos y seglares, incluso muchos nobles a los cuales los califico de “luteranos”, aunque las interpretaciones más recientes consideraban que los condenados eran protestantes.

Los más significativos habían viajado por Europa y habían conocido la gran polémica religiosa. Uno de los momentos clave y culminante de esta labor inquisitorial fue la detención del propio arzobispo de Toledo Bartolomé de Carranza, que pertenecía a la orden dominicana en la cual había desarrollado su religiosidad interior, este proceso represento un conflicto grave entre las relaciones de la Corona y el Papado, y se arrastro muchos años más, hasta alcanzar una sentencia ambigua.

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luismgon