Escalona - Toledo

No podían refutar sus acusaciones, pero estaban tanto más resueltos a entramparlo, y con ese objeto le mandaron espías "que se simulasen justos, para sorprenderle en palabras, para que le entregasen al público sediento de hundirlo. Mandaban a jóvenes, ardientes y celosos, y a quienes, pensaban ellos, iban acompañados por algunos que debían leer los mensajes de los demás con el único fin de poder testificar contra él. Los espías habían esperado que contestase directamente su pregunta, (o en un mensaje privado el cual se lo pasarían de unos a otros, para regodearse de él), en un sentido o en otro, se proponían acusarle ante el pueblo como opositor, o persona no grata, incluso de beneficiarse de dinero negro, así de esta forma ya no se sentirían ni frustrados, ni derrotados.

Sus planes quedaron trastornados, porque la manera sumaria en que su pregunta había sido decidida no les dejaba nada más que decir. La respuesta no era una evasiva, sino una cándida respuesta a la pregunta, que le habían formulado. Les había reprendido su hipocresía y presunción, y al hacerlo había expuesto un gran principio, un principio que define claramente los límites del deber que tiene el hombre para con él, y con su gobierno, en muchos intelectos quedó decidida una cuestión que los había estado afligiendo.

Desde entonces se aferraron al principio correcto, y aunque muchos se fueron disconformes, vieron que el principio básico de la cuestión había sido presentado claramente, y se asombraban del discernimiento previsor del mensaje en cuestión, formaban una clase fanática e hipócrita. Sin embargo, había entre ellos personas de piedad verdadera, profesaban creer la mayor parte, pero en la práctica eran escépticos y materialistas, su incapacidad para hacer frente a los argumentos era ocasión de continua irritación. Las discusiones entre las dos partes tenían generalmente como resultado airadas disputas que los separaban siempre más.

Ellos eran mucho menos numerosos que sus oponentes, pero no tenían mucho dominio sobre el pueblo común; aunque muchos de ellos eran ricos y ejercían la influencia que imparte la riqueza. Sostenían que el hombre estaba libre para regir su propia vida y amoldar los acontecimientos del mundo; que su destino estaba en sus propias manos. Negaban que se obrase por medio de los esfuerzos humanos o medios naturales, sin embargo, sostenían que, por el debido empleo de sus facultades naturales, el hombre podía elevarse e ilustrarse; que por exigencias rigurosas y austeras podía purificarse su vida, Pero su opinión no tenía él interés en el hombre, tenían poca consideración unos para con otros; había poca unión entre ellos mismos.

Sus simpatías naturales eran muy estrechas, creían que era posible para todos los hombres conseguir las comodidades y bendiciones de la vida; sus corazones no se conmovían por las necesidades y los sufrimientos ajenos. Sin embargo, no desesperaban de inducirle a decir algo que pudiesen usar contra él, la disposición de este hombre a reconocer la corrección y su respuesta decidida y pronta delante de la gente, manifestaban un espíritu completamente diferente del de sus espías e hipócritas.

Aunque el hombre se ha planteado muchas veces, optar por el abandono de este sitio, no creo que bajo la legalidad y la sinceridad, logren que abandone, pues ya tuvo sus malas experiencias en esta vida, ha enterrado “LA BESTIA”, que le dominaba durante tantos años, para ser tan ingenuo de creerse el mismo, su propia meta en el tema cultural, sin miramientos de los vecinos que tiene ya que les procesa un profundo respeto, ayudando a unos y a otros sean de la ideología que sean, pertenezcan al partido que pertenezcan, (preguntar a vuestros dirigentes y os lo confirmaran) colaborando por la Villa que le supo acoger desinteresadamente, recreándose en expandir su Cultura, Historia y Costumbres. Así que con esta resolución el hombre jamás entrara en la HIPOCRESIA Y CONTROVERSIA, de la cual se sintió involucrado.

Gracias por leerme.
luismgon