LA LEYENDA DE LA FUENTE DE LA MORA Hoy al leer mi correo particular, un mensaje anónimo me pidió, que expusiera en mi Web https://ww.elcastillodeescalona.es la leyenda de la Fuente de la Mora, el cual voy a exponer allí, pero a la misma vez creo que os gustara leerlo aquí también, así que aquí lo tenéis. En el año 1085, la ciudad de Toledo fue conquistada a los moros por la invencible espada del mejor de los guerreros, el Cid Campeador, mas la mayor parte del reino quedó en poder de los infieles. Cuando Alfonso VI logra reconquistar Toledo se dispone a hacer lo propio con Maqueda, una población cercana que todavía permanece en manos musulmanas. Su líder, Alí ben-Abdalláh, resiste heroicamente con un puñado de bravos guerreros, pero extenuados y agobiados por el ejército cristiano se ven obligados a refugiarse en el próximo pueblo de Escalona, que ofrece mejores condiciones para la resistencia. Ambos poblados se encuentran a apenas diez kilómetros, espacio ocupado por un espeso bosque en el que eran frecuentes los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes. Una sofocante tarde de verano cruzaba por este bosque un caballero sobre un elegante caballo, seguido de algunos acompañantes. El caballero se apartó del grupo, adentrándose en la espesura en busca de algún manantial para aplacar su sed, creyendo por la frondosidad que le rodeaba que en las proximidades debería existir algún riachuelo. De pronto, ante una presencia extraña, su caballo se encabritó, pudiendo distinguir a escasos metros a una joven muchacha que trataba de esconderse. El jinete, que no era otro que Alfonso VI, le hincó las espuelas a su caballo dando enseguida alcance a la asustada muchacha. Ésta era una adolescente ataviada con vestiduras moras y una extrema belleza. El rey, extrañado de encontrar la inesperada intrusa en tan inusitado lugar, le preguntó: -¿Quién eres y qué haces sola en este apartado lugar?. La joven respondió: -Mi nombre es Sara, y aunque mis padres son hebreos yo nací ya bajo el cautiverio de los musulmanes. Siendo esclava del señor Alí ben-Abdalláh fui destinada a su harén particular, del que por fortuna he podido escapar hace poco tiempo. Desde entonces me escondo en este lugar, pues prefiero morir antes que volver a entregarme a mi antiguo señor. -No te preocupes, pues juro ante Cristo que pronto te aseguraré la libertad a ti y a tus padres. Pero ahora te lo ruego, dime donde puedo encontrar agua, pues me muero de sed. -Conozco el bosque de un extremo a otro y jamás encontré una sola gota de agua. Sin embargo no dudaría en hacerme cristiana si ese Dios vuestro hiciera brotar un manantial de la tierra. Apenas acabó de pronunciar estas palabras la bella hebrea cuando de la tierra brotó un manantial de agua cristalina que se deslizó por el verde follaje del suelo. Ambos testigos quedaron sobrecogidos por la aparición milagrosa de la fuente, de la que bebió la joven judía, haciendo después lo propio Alfonso VI ya descendido de su caballo. A continuación reiteró su promesa a la dama, y tras despedirse de ella montó sobre su caballo partiendo al galope. Pocos días después la villa de Escalona caía en manos cristianas, ondeando la bandera de Castilla sobre sus murallas. Alfonso VI cumplió su promesa liberando a los hebreos cautivos, entre los que se encontraban los padres de la adolescente que encontró en el bosque. Ésta, bautizada y convertida al cristianismo, ingresó como religiosa en un convento de Toledo. En cuanto a la fuente, que todavía existe, es conocida con el nombre de “Fuente de la Mora”, y la buena gente de Escalona conocen su origen teniéndola gran estima. P.D. Prometo investigar mas sobre esta leyenda y complementar la información. Gracias por leerme luismgon
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