Escalona - Toledo

Ya que me ofrecen el banquete del debate, y yo padezco un hambre crónica de ese peculiar plato, me acomodo frente a esta pantalla y comienzo por el principio: una introducción destinada a salpicar agua fría sobre los más encendidos y el préstamo de una lupa para los miopes que han puesto de su propia inspiración lo que no dije nunca en mi texto.Jamás he faltado el respeto a las personas que aparecen en la placa,ni a ellos, ni a sus familias.

La virulencia con la que algunos han reaccionado a mi post “cumplir con la legalidad” deja sobre el tapete, con brillante claridad, cuán lejos estamos los escaloneros del debate civilizado y del respeto a las diferencias. Es tal la pasión enceguecedora de algunos atrincheramientos que, incluso, abundan aquellos que me juzgan no por lo que escribí sino por lo que creen que quise decir. De cualquier manera, debo comunicar a todos que me siento particularmente feliz: adoro la discrepancia. Siempre supe que ese texto iba a ser polémico, pero admito que la realidad ha superado con creces mis expectativas. La comprobación de que no somos un coro monocorde alienta mis esperanzas de que alguna vez dejemos de ser un rebaño, aunque también está claro que para eso deberá transcurrir algun tiempo más. No puedo pasar por alto tampoco la importante ocasión: el mitin de repudio cibernético que me habeís orquestado alguno de vosotros, marca quizás un salto de crecimiento en mi bitácora, aunque a la vez disminuya vuestra estima sobre correlindes(si es que la tuvo alguna vez). Algún dia, seremos capaces de superar la prueba de la placa y el reconocimiento a las victimas republicanas de Escalona .Que por cierto son más de dos decenas.Si sus nombres hubiesen estado expuestos 50 años en una placa pcr sabría sus nombres y apellidos.

Pero, en fin, ninguna línea de mi post pretendió establecer una marca divisoria entre “victimas de un lado,y victimas del otro” sino "victimas reconocidas y victimas olvidadas" porque jamás he dudado de que el dolor por los Seres queridos sea mismo para todos . No pongo mi recuerdo por encima de los de otros.

No soy yo quien persigue protagonismos. No me voy a disculpar por una falta que no cometí. Mantengo el criterio de que NADIE tiene la capacidad de proclamar un supuesto derecho a exigir NADA “en nombre de la democracia” cuando permite y ampara que miles de compatriotas nuestros sigan en las fosas de la vergüenza.Es mi lucha y mi decisión. Esto va dirigido directamente a quien se atribuye esa prerrogativa pero, paradójicamente, me acusa a mí de odios y venganzas.
Por mi parte, no creo haber faltado al respeto de nadie; si alguien se sintiera ofendido por esta réplica y por mi estilo mordaz, le pido disculpas y le recuerdo que muchas veces ha disfrutado de lo que algunos llaman mis “sarcasmos”. Nada está más lejos de mi intención que ofender o lastimar a alguien.

Un último detalle, a manera de postdata: los criterios que aquí discuto son de mi absoluta autoría y responsabilidad; hablo en nombre propio, individual, no vaya alguien a suponer que lo hago en nombre de alguna asociación o de un “círculo” de la Memoria. A los que me reprochan falta de humildad: la mayor prueba de mi auto reconocida pequeñez consiste, precisamente, en no creerme capaz de representar a nadie.