LA HORMIGA. El mensaje que hoy quiero exponer, es para ayudaros con este cuento a crear, cuidar y saber mantener una amistad. Porque sabéis, un amigo es aquel que quiere a su amigo cada día más. El que escribe, el que le llama, el que se preocupa por los demás, el que demuestra su amistad con hechos y no con palabras. Amigo es el que piensa en ti todo el día y toda la noche. El que a cada momento se pregunta cómo estas. Amigo es aquel que nunca se olvida de ti, que escucha tus problemas y siempre tiene algo bueno que decir. El que nunca te miente, nunca te engaña y siempre te dice la verdad. Amigo es aquel que nunca te da la espalda, el que siempre está ahí para apoyarte y el que nunca te deja de querer, por ningún motivo. El que perdona el peor de tus errores y no importa, qué ni quién, siempre esta contigo. Por todo ello hoy como dije al principio quiero dedicaros este cuento, en el cual tiene su propia moraleja y si la encuentras entonces que sea enhorabuena, por que habrás entendido mi mensaje: Había una vez una hormiga. Esta hormiga era como toda buena hormiga, trabajadora y servicial. Se la pasaba acarreando hojas de día y de noche; casi no tenia tiempo para descansar. Y así transcurría su vida, trabajando y trabajando. Un día fue a buscar comida a un estanque que estaba un poco lejos de su casa, y para su sorpresa al llegar al estanque vio como un botón de lirio se abría y de el surgía una hermosa y delicada flor. Se acerco y dijo: ! Hola, Eres muy bonita!, Que eres? Y la flor contesto: Soy un lirio, gracias, eres muy simpática. ¿Y tu que eres? Soy una hormiga. Gracias también. Y así la hormiga y el lirio siguieron hablando todo el día, haciéndose grandes amigos. Cuando iba a anochecer la hormiga regreso a su casa, no sin antes prometer al lirio que volvería al día siguiente. Mientras iba caminando a casa, la hormiga descubrió que admiraba a su nuevo amigo, que lo quería muchísimo y se dijo: "Mañana le diré que me encanta su forma de ser, si mañana". Y el lirio al quedarse solo se dijo: "Me gusta la amistad de la hormiga, mañana cuando venga se lo diré". Pero al día siguiente la hormiga se dio cuenta de que no había trabajado nada el día anterior. Así que decidió quedarse a trabajar y se dijo: Mañana iré con el lirio. Hoy no puedo, estoy demasiado ocupado, mañana le diré, además, que me agrada su amistad. Al día siguiente amaneció lloviendo, y la hormiga no pudo salir de su casa y se dijo: Que mal, hoy tampoco veré al lirio. Bueno, no importa, mañana le diré todo lo especial que es para mi. Y al tercer día la hormiga se despertó muy temprano y se fue al estanque, pero al llegar encontró al lirio en el suelo, ya sin vida. La lluvia y el viento habían destrozado su tallo. Entonces la hormiga pensó: Que tonta fui. Desperdicie demasiado tiempo, mi amigo se fue sin saber todo lo que le quería, en verdad me arrepiento. Y así fue como ambos nunca supieron lo importantes que eran. No esperes el mañana para alagar a alguien, para agradecer un nuevo día, para amar tu trabajo, para comprometerte con lo que haces, para preocuparte por alguien; y por ningún motivo dejes de decirle a una persona, que la valoras, que la respetas y que es importante para ti. Porque si esperas demasiado tiempo, quizás ya sea tarde. Gracias por leerme luismgon
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