Versos - SOBRE LA NAVIDAD EL NACIMIENTO GITANO Viven aquellos gitanos en una humilde cabaña con el techo de espadaña, hecho con sus propias manos y adobe es el material que en las paredes había, así que la estancia es fría y más cuando el vendaval azotaba fuertemente trayendo gélida nieve o aguacero cuando llueve, que en este tiempo es frecuente. La Navidad se acercaba y aunque nos parezca extraño la familia, cada año, esta fiesta celebraba con bastante devoción, con desbordante alegría, en inmensa algarabía, pues muchos chiquillos son. Construyeron un belén y como burro tenían a su lado lo ponían, que allí lo encontraban bien y al buey lo sustituyeron por la cabra que allí estaba, que gustosa se prestaba cuando vio que la escogieron. La bendición dio aquel día el más anciano del grupo y ese gran honor le cupo porque así siempre se hacía. Con la mesa bendecida y con ganas de comer, no pararon de beber y disfrutar la comida. De alegría fue un derroche y pusieron tanto empeño, que se olvidaron del sueño por cantar toda la noche. EL NACIMIENTO DE JESUS María no puede más y se dirige a José, diciéndole “ahora te vas y yo aquí me quedaré y cuando encuentres posada vienes corriendo a buscarme, que ya me encuentro pesada y allí tendrás que llevarme, a algún lugar apropiado en donde pueda nacer el niño que ya he llevado nueve meses en mi ser”. José salió prontamente como María había mandado y preguntaba a la gente si supiera de algún lado donde poder descansar, que su mujer se encontraba tan a punto de alumbrar que esta noche lo esperaba. Nadie le daba razón de dónde se encontraría una simple habitación donde alumbrase María. Se volvía desesperado donde estaba su mujer, pero cuando hubo pasado un buen rato llegó a ver un establo en un recodo y pensó que les valdría, que éste sería el mejor modo de evitar la noche fría. A María fue a buscar y la trajo a este cobijo: “aquí podrás alumbrar”, cuando llegaron, le dijo. Y en el pesebre que había, de testigos mula y buey, el Niño Jesús nacía. Así vino al mundo EL REY. NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS. Vienen María y José al pesebre de Belén un año y otro también, a lo que muy bien me sé porque lo dice mi fe: a traer con alegría a Jesús en este día tan feliz de Nochebuena, para quitarnos la pena que en el mundo se veía. El pesebre está caliente, pues una mula y un buey lo calientan por que el Rey no se dé diente con diente, ya que es muy crudo el relente y podría hacerle daño, aunque un muy sencillo paño la Virgen le pone encima y a su corazón le arrima sirviéndole de abrigaño. Llegan después los pastores y luego los Reyes Magos porque tienen los presagos, seguros anunciadores, que el mejor entre mejores ha nacido ya en Belén y todo ha salido bien, pues el parto fue normal y se ilumina el Portal y el mundo entero también. EL BELÉN EN LA ESCUELA Había muchos niños en la escuela de todas las culturas y colores y hacían un belén. Los profesores vigilaban, cual firme centinela. Al Niño, de color rubio canela, adoran Reyes Magos y pastores que vienen en el plan de embajadores a ejercer voluntarios su tutela. Los niños en Jesús fijan sus ojos, cada uno Le ve de una manera, para alguno tendrá matices rojos, cobrizo para otros quizá fuera y hasta negro, mas sólo trampantojos consiguen hacer ver lo que se quiera. MILAGRO EN BELÉN Cuando nace Jesús, todo es ternura, todo canta y también todo reluce y en el cielo una estrella nos conduce al Portal de Belén, todo en albura. Es María, su Madre, con dulzura, quien Le trae a este mundo y se produce el ser Virgen y madre y de tal cruce Le vendrá la exclusiva de ser pura. Nace Dios en pesebre, buen ejemplo que debiéramos todos ver muy claro y andar con humildad nuestro sendero, pues pudiendo nacer en áureo templo, eligió que una cuadra fuera el faro que expandiese su Luz al mundo entero. MARÍA Y JESÚS EN NOCHEBUENA No llores tú, mi bien, con tanta pena, que el hambre y hasta el frío, se han de ir y sabes que después, van a venir los Magos, que esta noche es Nochebuena y ha dicho tu papá que ya una cena nos tiene preparada, es un decir, porque sólo ha podido conseguir que le presten un duro pan de avena. Mamá, si no es por mí que estoy llorando, es por los muchos niños de la calle que de hambre esta noche están lampando y son los que están siempre en este valle de lágrimas, sufriendo y esperando al menos de los ricos un detalle. CENA DE NAVIDAD (en gaita gallega) Cuando te sientes alegre esta noche a celebrar la feliz Nochebuena, en una mesa adornada y tan llena de esos manjares que harás buen derroche, sin dirigirte siquiera un reproche que te produzca sentir esa pena de que haya gentes que no tendrán cena, ten por seguro que harás de alimoche. Rapacidad es esa triste figura aunque no quieras pensar en tal cosa, ni te hace mella. La vida es muy dura, has de pensar y la noche rebosa amor divino, contento y ternura; sí, amig@ mí@ y también es piadosa. DÍA DE NAVIDAD Ángeles y pastores, este día llegan con alegrías a raudales a un humilde portal, que en los anales quedará para siempre, pues María en esta noche al mundo nos traería al Niño Dios, que envuelto entre pañales y en humilde pesebre de animales, será después la estrella que nos guía. Así quiso nacer por dar ejemplo, aunque hubiese en palacio haber nacido rodeado de lujos y riqueza y por eso a menudo desde el templo se sale a consolar a aquél que ha sido su triste compañero en la pobreza. NAVIDAD TODO EL AÑO Qué alegría nos traen las Navidades, son las fiestas estrella cada año, las gentes compartimos sin engaño la buena voluntad con amistades. Contentos exhibimos las bondades riendo por doquier. Hasta el huraño se quita la corteza de ermitaño y se alejan del mundo las maldades. Se me ocurre pensar que se pudiera celebrar Navidad el año entero por que alegre a la gente se la viera. Pongámonos de acuerdo lo primero y pidamos al Niño que naciera todo el año, empezando desde enero. OTRA NAVIDAD Estaba la ciudad engalanada y el centro era un auténtico hervidero de gente, que soltaba su dinero en tiendas de comida preparada. La lluvia que cayó de madrugada caía lentamente al sumidero y cerca de ese fétido agujero había una persona recostada. Era un hombre mayor, que prorrumpía en sollozos pidiendo “una ayudita”, mas la gente ni oía ni veía a quien con tal dolor se desgañita y ajena por completo, proseguía, lejana a los lamentos de la cuita. LOS REYES MAGOS Los Magos ya se acercan a Belén, vienen cargando mirra, incienso y oro y todo este grandísimo tesoro lo pondrán, cuando lleguen, ante quien será todo Él amor, ciento por cien y ante el que humilde y con fervor imploro, introduzca en mi ser por cada poro lo dulce de ese amor a mí también. Los Magos, desde oriente cabalgando, llegaron con la estrella como guía hasta ver el Portal y allí fue cuando encontraron al Niño con María, que le estaba solícita cambiando los pañales lavados ese día. LA ADORACIÓN DE LOS PASTORES Los pastores, humildes personajes del campo, acostumbrados a la vida dura que forja el alma agradecida, enseguida llegaron sin ambages para ofrecer al Niño vasallajes y ayudar a María, que aterida de frío, se encontraba como herida, procurándola rústicos vendajes. Ofrecieron el pan de sus zurrones y la leche ordeñada a sus ganados, así como el calor de sus pellizas y entre lágrimas, rezos y canciones la noche la pasaron animados, pues eran de costumbres muy castizas. RECIBAMOS ASÍ AL NIÑO JESÚS Zambombas, almireces, panderetas, tocad con más ardor que en otros días, pues viene ya, según las profecías y ese alegre sonar de las trompetas que los ángeles tocan y Profetas habían anunciado, ese Mesías, al que aquí donde hacemos poesías debemos recibir como poetas. Escribamos, pues ésa es la verdad, que llega el Niño Dios como un hermano para darnos justicia y caridad, al tiempo que nos lleva de la mano y ofrece, generoso, Su amistad, por que así le sintamos más cercano. ESPERANDO AL NIÑO Ya está el Niño Jesús casi llegando, pues viene puntual la Nochebuena, un poquito más tarde de la cena, cuando apenas estamos empezando a afinar nuestra voces, pues cantando hemos de recibirle. Se hace amena la noche, porque el gozo no se frena y cada hora que pasa, va aumentando. Sonidos de zambombas y almireces nos acompañarán toda la noche, mientras turrones, mazapán y nueces con el vino y licores en derroche, desaparecerán como otras veces y abrazos cariñosos como broche. VUELVE DIOS A NACER Vuelve Dios a nacer una vez más para hacernos saber que es nuestro hermano y vivir con nosotros al compás, cual si fuera también un ser humano. De Jesús, bueno fuera que su ejemplo nos sirviera a los hombres de esta tierra, para hacer de la misma como un templo donde nunca cupiese odio ni guerra. Este Niño que llega en Navidad a la postre será quien nos predique el sublime valor de la bondad, por que el mundo la entienda y la practique. Esperemos henchidos de esperanza en que fuerte nos cale su enseñanza.
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