VIVA LA REPUBLICA DE NEPAL Katmandú.- La bandera real fue arriada del palacio de Nepal mientras la nación himalaya celebró su primer día como república, tras la abolición de una monarquía hindú de 239 años de antigüedad. Una asamblea especial elegida en abril confinó a la historia a la institución alguna vez reverenciada, y dio al derrocado rey Gyanendra 15 días para dejar el palacio rosa en Katmandú. Su residencia será convertida en museo. Dicha votación fue una condición clave en un acuerdo de paz del 2006 con los ex rebeldes maoístas que pusieron fin a su guerra civil de una década y se unieron a la principal corriente política de la nación. “Viva la república”, se leía en un titular en el “Kathmandu Post”. “Nace una esperanza”, dijo el periódico Himalayan Times. Las autoridades expresaron que la bandera nacional será izada en lugar del estandarte real. Aproximadamente 50 personas gritando “esta es la victoria del pueblo” marcharon celebrando la nueva república. “Me siento realmente honrado”, dijo más temprano el jueves el estudiante universitario Dev Raj Bhatta, de 27 años, de pie bajo el calor fuera de la puerta del palacio. “El fin de la monarquía me ha hecho un ciudadano nepalí orgulloso”, agregó. La policía persiguió con palos a otros manifestantes luego de que algunos treparon la principal puerta de hierro del palacio portando la bandera nacional. Demandaban que el Gobierno alzara la bandera nepalí en el palacio y forzara la salida inmediata de Gyanendra. ”!Gyanendra, ladrón, vete del palacio!”, gritaban los manifestantes. El Gobierno de Estados Unidos, que aún considera a los maoístas como una organización terrorista, dio su apoyo a la nueva república. “Esta es otra excitante piedra fundamental en el desarrollo democrático de Nepal”, indicó un comunicado de la embajada estadounidense. Asuntos pendientes Se espera que los maoístas, que ganaron 220 bancas en las elecciones del mes pasado para la asamblea de 601 miembros, encabecen el nuevo Gobierno. Sin embargo, deben cumplir unas enormes expectativas en uno de los países más pobres del mundo. Miles de ex combatientes maoístas aún están confinados en campos. Los maoístas insisten en que deben ser integrados al Ejército. Este, quien tradicionalmente se consideró con simpatías hacia la realeza, se ha hasta el momento rehusado a permitirlos en sus filas.
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