Versos - A Ronda (mi nieta chinita) Nos ha llegado de oriente igual que los Reyes Magos y cuando llegó a estos pagos y nos miró sonriente, a todos nos conquistó utilizando su encanto, que la niña tiene tanto como jamás nadie vio; ni reina, ni emperadora, que es bastante más que eso, ya que ella en un solo beso genera el amor que aflora a todos los que tenemos la suerte de estar con ella, que es nuestra guía, la estrella que en nuestro horizonte vemos. Pero entre tanta alegría que la niña nos derrama, hay alguien que tanto la ama que gustosa la vería ser tan feliz con nosotros aunque fuera un solo instante y regresar al levante sabiendo que aunque son otros los que gozan de tener entre ellos este prodigio de niña, un solo vestigio de ella llegaría a ser el ungüento permanente que paliara de por vida la anterior vida sufrida por estar su niña ausente. Y así con sólo el recuerdo de lo feliz que la viera, su sufrimiento se fuera y tendría buen acuerdo de pensar que ha comprobado que ni ella misma podría haber dado la alegría que nosotros la hemos dado. Cristino Vidal Benavente. |