Versos - Máximas 13 Cuantos más consejos doy menos consejos admito y a las pruebas me remito, que sin consejos estoy. Sufría aquel chaquetero que cambiaba de camisa, pues aunque se daba prisa nunca llegaba el primero. Si te mereces un premio y no te lo han concedido, es porque lo han impedido tus compañeros de gremio. Con palabras todo arreglas pero luego no es verdad, pues llega la realidad destrozándote tus reglas. Ya perdí la confianza que había tenido contigo; recobrarla no consigo, pues cómo no se me alcanza. Cuando un enemigo huye no te debes descuidar; no tardarás en hallar otro que le sustituye. Si crees no poder llevar la pena que se te ve, pide a Dios que no te dé las que puedas aguantar. Las cosas son como son y no como tú quisieras; parece que no te enteras que no son de quita y pon. Nunca abortes una idea por pequeña que parezca, quizá con el tiempo crezca y frondosa y grande sea. No sufras si no te alaban y ves que te lo mereces, es que las más de las veces en lo mismo fracasaban. Veo que te muestras valiente delante de los demás, mas cuando a solas estás de valentía estás carente. Quien ahora sabe mandar antes supo obedecer y es que no se puede hacer ninguna cosa al azar. No me pidas que haga algo que redunde en mi perjuicio, pues diré que es sacrificio para lo cual ya no valgo. Los que te tienen envidia no quieren dejarte en paz; no te preocupes y haz lo mismo que les fastidia. La vida no está lograda, pues cuando la suerte viene se va con el que más tiene y allí se queda estancada. Comparte tus alegrías, sufre tú solo tus penas; no dirás que no son buenas estas reflexiones mías. Me miraste y no me viste, lo mismo me pasó a mí, que te miré y no te vi, por eso vivo tan triste. Vemos la paja en el ojo ajeno cuando miramos, y al mismo tiempo ocultamos que en el nuestro hay un rastrojo. Soy mi peor enemigo ya que mis penas agrando, pues en ellas voy pensando y acabarlas no consigo. Yo sufro y hago sufrir ¿pero qué puedo yo hacer?; no puedo retroceder y mis males corregir. Cristino Vidal Benavente. |