Versos - Máximas 6 Cada hombre tiene un precio y por mucho que te asombre, el precio de cada hombre es mayor cuanto más necio. Te prometen a lo loco con alegría sin par y luego te van a dar una no y otra tampoco. Es imposible más lleno tener de odio el corazón; ya entiendo por qué razón destilas tanto veneno. Si no quieres verte viejo consejo te voy a dar: no te vuelvas a mirar la cara en ningún espejo. Para medrar se aplicó la verdad de Perogrullo: me das tú a mí de lo tuyo yo de lo mío, a ti no. Llorando noche tras noche aquella mujer estaba, pues en su cama encontraba por siempre al mismo fantoche. Deja lo que esté bien hecho y cambia lo que esté mal; es mejor dejarlo igual sin recorrer ningún trecho. Si pido tu orientación porque me encuentro perdido, no me eches en el olvido ahondando mi perdición. Si yo pudiera volar intentaría que en un vuelo llegar hasta el mismo cielo y allí poderme quedar. No prestes dinero alguno a quien no suela pagar; si lo haces vas a quedar tú más pobre que ninguno. Lo efímero por ser breve no te debe fascinar, ni tampoco despreciar una buena acción por leve. Corre más si te persiguen, que es mucho mejor huir que no que tengas que oír gritar a los que te siguen. Todos los caminos van a Roma, según comentan, mas si los que van se sientan se quedarán donde están. Atrévete a decir no si algo malo te proponen y si pesados se ponen diles quia y repítelo. A la gente que adelantes, si luego miras atrás seguro que la verás en donde tú estabas antes. Quien un enemigo tenga y no le deje tranquilo, que no caiga en el estilo del que hace igual y se venga. Si te ha tocado la cruz llévala con dignidad, no sientas necesidad que la saques a la luz. Si se te va algún amigo pasará de oro a oropel, lo mismo pensará él cuando ya no esté contigo. No te muestres en exceso al primero que a ti venga, que la sonrisa que tenga es razón de poco peso. Si te tratan bien, tú igual y si lo hacen mal, también y así demostrarás quién de los dos es principal. Si dices que los deslices que cometes no son graves, o no dices lo que sabes o no sabes lo que dices Pienso que es mucho mejor corregir un desatino, que empecinarse sin tino sin deshacer el error No tienes obligación de creerte lo que digo, pero si vienes conmigo tendrás alguna razón. Que no te cieguen los brillos que exhiben algunas gentes, que quizá sean envolventes que esconden personajillos. En penurias ya pasadas nunca quisiste ayudar y ahora sí quieres estar al plato y a las tajadas. No digas “nunca jamás”, que como frágil giralda de frente y luego de espalda con frecuencia te verás. Más vale “pájaro en mano”, dicen, “que ciento volando”, mas se terminan llevando de lo divino y lo humano. Aunque la hiciera el gurú que encabeza la pomada, si la obra no vale nada hay que decir “tururú” Cristino Vidal Benavente. |