Versos - Máximas 1 Comencé hace tiempo a poner estos versos, pero abandoné y no sé hasta cuántos llegué, así que comienzo de nuevo esta cadena. Cuando la soberbia sube no tiene razón ninguna; tanto al sol como a la luna los tapa una simple nube. No me vengas a la zaga si no comulgas conmigo, ni digas lo que yo digo, ni hagas lo que yo haga. Prometo que desde hoy seré mejor que ayer fui, daré mas de lo que di y cuidaré con quién voy. “La verdad es la de nosotros” dicen con rotundidad, mas la verdad es la verdad, ni es de unos ni es de otros. Salen las cuentas cabales cuando a los hombres comparas; midiendo a metros o varas, tanto tienes, tanto vales. Si tus males no remedias no remediarás tus males, pon remedios radicales o remediarás a medias. “Yo sé mucho” es un agravio además de payasada, pues ya dijo: “no sé nada” Sócrates, que fue el más sabio. Es sin duda el más valiente el que a la lucha se apresta defendiendo una idea honesta en contra de la corriente. Si notas que algún extraño pesar va naciendo en ti, plántate valiente y di: “me salgo de este rebaño”. Si el opinar ya te toca y no sabes qué decir, preferible es a mentir dejar cerrada la boca. Si tu deseo es buscar ese lugar que otro ocupa, mejor es volver la grupa y el camino desandar. No hay puro ni mal ni bien y de ambos participamos, así que no presumamos; sólo Dios es cien por cien. Si te conviertes en viejo y sin ilusión estás, evítalo a los demás regalando tu consejo. Empuja lo más que puedas hacia arriba y adelante, mano firme en el volante, tracción en las cuatro ruedas. Sólo mira hacia el pasado para aprender las lecciones de todas las ocasiones en las que mucho has errado. No digas nunca “no puedo” hasta ver de conseguirlo; muchas veces, al decirlo, ya te paraliza el miedo. No juzgues a la ligera, pues es difícil juzgar, igual que al blanco tirar y acertar a la primera. Como me ves te verás, como te veo me vi, procura aprender de mí, pues mis huellas seguirás. Que aguante y que no se apure el inmerso en sufrimiento, que jamás habrá un tormento y un mal que cien años dure. Procura hacer siempre el bien aunque nada te reporte y mucho menos te importe el averiguar a quién. Cristino Vidal Benavente. |