El Carpio de Tajo - Toledo

Pregunta: ¿qué pasaría si consiguiesemos alcanzar una participación en las elecciones generales del 80%?

La izquierda lleva 4 años aletargada, esperando su momento, guardando las distancias en el debate político, mordiendose la lengua y lo que no es la lengua, respirando hondo, tragando bilis, soportando insultos, recibiendo desprecios, pasiva, retirada, ahogada en un suspiro. Recordemos la decena de manifestaciones de la derecha mediática; las cosas que han voceado; los disparates que se han atrevido a decir; hasta donde han sido capaces de llegar manoseando instituciones sagradas como el Tribunal Constitucional; incluso se han atrevido a jugar con el dolor de las victimas y con los muertos del 11M. Nosotros, convencidos de nuestro sentido de la responsabilidad cívica, hemos elegido, sea por omisión o por comodidad, no responder ante semejantes andanadas. Apostamos por la política del apacigüamiento y por ceder nuestra espacio en la calle confiados en que las concentraciones se deslegitimasen por sí solas debido a los discursos antidemocráticos que se desarrollaban en cada una de las intervenciones de la derecha social española. 4 años de silencio, 4 años estoicos tolerando lo intolerable.

Pero ha llegado el momento en que los ciudadanos progresistas de este país podemos responder con toda la fuerza merecida a estos 4 años de descrédito y deslealtad democrática por parte de la derecha española, individualizada en avates como Acebes, Zaplana, Alcaraz, Rouco Varela o Jimenez Losantos. Ha llegado el momento de convocar una manifestación colectiva, tan grande y espectacular, que sea capaz de procurar tal lección democrática para aquellos que han violentado nuestra convivencia, que nunca, jamás, la olviden. Es hora, es el momento, de sacar a pasear nuestro orgullo, nuestra sangre, nuestro corazón, nuestros ideales, con la cabeza bien alta. Pero no lo haremos en la calle en forma de concentración ruidosa con pancarta y sloganes. Lo vamos a plantear desde la red, más allá de la red, aludiendo al sentido de responsabilidad ciudadana que millones de españoles tenemos. Será un boca a boca a escala nacional el que llamaremos a nuestros amigos, conocidos, familiares, compañeros de trabajo, a unirse a un objetivo espectacular y grandioso: alcanzar el 80% de participación en las elecciones generales. ¡Sí, has leído bien! ¡Un 80%! Un reto tan grande, tan valioso, que si se consiguiese nos llenara de sano orgullo y satisfacción a todos. Todos a una, poniéndo granitos de arena para llegar a formar una hermosa montaña de votos, tan grandiosa que consigamos, el día 9 de marzo, admirarla con asombro y honda satisfacción...

En estas últimas semanas hemos oído unas cuantas declaraciones de dirigentes del PP respecto a la política lingüística en Cataluña y en el País Vasco. Primero fue Mariano Rajoy quien declaró su voluntad de que cualquier persona pueda estudiar en español en cualquier parte de España. Más tarde fue José María Aznar quien criticó la política lingüística que se lleva a cabo en Cataluña y en el País Vasco. Como siempre, el Partido Popular está teniendo como cómplices de su engaño a una serie de medios de comunicación de derechas.

Engaño, sí, porque todas las medidas lingüísticas que está adoptando el gobierno catalán son, por desgracia, legales, y lo son gracias al Partido Popular. Estas medidas están incluidas en la Ley del Catalán, ley que fue aprobada en 1998, cuando el PP y CIU eran socios, y formaba parte de su acuerdo de gobierno. Básicamente, este acuerdo consistió en que el PP gobernaba España con los votos de CIU a cambio de que el PP diera manos libres a Jordi Pujol en Cataluña para que hiciera lo que le diera la gana. Por supuesto, parte del pacto consistió en que el PP catalán fingiría estar en contra de las medidas de CIU. El PP catalán votó en contra de esta ley, es verdad, pero fue una medida de cara a los votantes del PP del resto de España. Es evidente que el PP nacional fue uno de los culpables de que se aprobara aquella ley.

El articulo 32 de esta ley dice lo siguiente:
Artículo 32. La atención al público. 1. Las empresas y establecimientos dedicados a la venta de productos o a la prestación de servicios que desarrollan su actividad en Cataluña deben estar en condiciones de poder atender a los consumidores y consumidoras cuando se expresen en cualquiera de las lenguas oficiales en Cataluña.

3. La señalización y los carteles de información general de carácter fijo y los documentos de oferta de servicios para las personas usuarias y consumidoras de los establecimientos abiertos al público deben estar redactados, al menos, en catalán. Esta norma no se aplica a las marcas, los nombres comerciales y los rótulos amparados por la legislación de la propiedad industrial



Esto es lo que utiliza el gobierno catalán para multar a los comerciantes que no rotulan sus carteles en catalán, y repetimos, esta ley fue aprobada de manera indirecta por el PP, así que cada vez que el PP se queja porque a alguien en Cataluña le multan porque no rotula en catalán, habrá que recordarles que ellos son co-responsables de la situación. Todavía más grave, cuando el Defensor del Pueblo quiso recurrir esta ley ante el Tribunal Constitucional, el Partido Popular bloqueó la iniciativa y le ordenó dar marcha atrás. La segunda moneda de cambio en el pacto PP-CIU fue la Comunidad Valenciana. Los nacionalistas catalanes no ocultan su intención de anexionarse esta comunidad, y para ello el primer paso es la anexión cultural y lingüística. Para eso, también en 1998, el Gobierno Valenciano, presidido por un tal Eduardo Zaplana, creó la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) que, a pesar de ese engañoso nombre, se dedica a fomentar el catalanismo en la Comunidad Valenciana. Desde entonces, la lengua que se enseña a los niños de esta comunidad es un valenciano completamente catalanizado. Además, cada vez es más difícil para un niño valenciano poder estudiar en lengua española, ya que las medidas de inmersión lingüística que está tomando el PP valenciano cada vez se parecen más a las que lleva a cabo el gobierno catalán.

Y no sólo en la Comunidad Valenciana, el PP tomó estas medidas también en Galicia, donde hizo una inmersión lingüística calcada de la catalana, y lo mismo podemos decir del PP de las islas Baleares. Tanto en la Comunidad Valenciana, como en Galicia, como en las islas Baleares, el PP impuso esta política teniendo mayoría absoluta; nadie le obligaba a hacerlo y aún así lo hizo. Los actuales dirigentes del PP y su prensa afín no paran de criticar la política lingüística en Cataluña y País Vasco, pero nunca, absolutamente nunca, hablan sobre lo que ellos han hecho en otras comunidades autónomas.

Aparte del tema lingüístico, también hemos oído declaraciones de dirigentes peperos sobre otros temas. Han sido muy comentadas las declaraciones de Esperanza Aguirre sobre la delincuencia que hay en Madrid, insinuando que la entrada descontrolada de inmigrantes es la responsable. Por supuesto, la Izquierda se ha llevado las manos a la cabeza, a pesar de que el 75% de los madrileños piensa lo mismo. Así le va a la Izquierda en Madrid. En Democracia Nacional también estamos de acuerdo, pero una vez más tenemos que hablar de la absoluta hipocresía del PP en estos temas. Recordemos que su actual líder fue Ministro del Interior, y que su mandato al frente de este Ministerio fue desastroso, ya que la delincuencia subió como la espuma, ¿tendría algo que ver la regularización masiva de inmigrantes que hizo Rajoy? Rajoy hizo lo mismo que él tanto critica a Zapatero, y aún tuvo la cara de aconsejar a los españoles que, si querían seguridad, “siempre podían recurrir a la seguridad privada”. La inmensa mayoría de los votantes del PP desconocen estas cosas, ya que han pasado bastantes años y ya no se acuerdan, lo que aprovechan los actuales dirigentes del PP para tomarles el pelo.

¿Y qué decir del reportaje que ha emitido Telemadrid (es decir, Esperanza Aguirre) sobre la entrada de inmigrantes ilegales por el aeropuerto de Barajas? ¡Como si eso no estuviera ocurriendo desde hace un montón de años! La invasión de inmigrantes ilegales por Barajas empezó en 1999, ¡hace nueve años!, gobernando el Partido Popular, y continuó aumentada durante los cuatro años en los que el PP gobernó con mayoría absoluta. Y ahora hacen este vídeo, a dos meses de las elecciones, enviando el mensaje subliminal de que el culpable de la situación es el PSOE. Aznar tuvo conocimientos de estos sudamericanos que entraban como “turistas” desde el primer vuelo, lo supo desde el principio. También lo supieron sus Ministros del Interior Mariano Rajoy y Angel Acebes, y dejaron que ocurriera. Podían haberlo parado desde el principio, pero sus amos querían mano de obra barata y el PP permitió, de manera deliberada, que entraran cientos de miles de ilegales cada año por Barajas. La consecuencia la podemos ver hoy en día en el caos migratorios que hay en España, y sobre todo en Madrid, ese Madrid “idílico” que nos vende el PP, en el que hay barrios que cada vez se parecen más al Bronx y los asesinatos están a la orden del día.

Esperanza Aguirre lleva años teniendo diferencias con Alberto Ruiz Gallardón, pero lo único en lo que se han puesto de acuerdo ambos es en que hay que inundar (y seguir inundando) Madrid de inmigrantes. No vamos a poner aquí todas las declaraciones que Esperanza Aguirre ha hecho a favor de la inmigración masiva, porque nos haría falta un libro entero. De hecho, el ayuntamiento madrileño (PP) declaró hace unos meses que Madrid necesita setecientos mil inmigrantes en los próximos años para seguir creciendo ¡setecientos mil! Ahora vienen elecciones y, de cara al electorado, toca ponerse firmes en temas como la inmigración y la delincuencia, pero en cuanto pasen las elecciones, los inmigrantes seguirán viniendo por millones, aunque gobierne el PP. Tampoco olvidamos otros temas como el aborto y las drogas, ya que el PP convirtió España en un paraíso para ambos.

En Democracia Nacional hablamos claro: la hipocresía, el doble rasero y las mentiras del PP nos dan asco, y debería pasarle lo mismo a cualquier persona decente y hacérselo pagar en las urnas.

Miguel Blasco.