ANÉCDOTAS CARPEÑAS - YOLANDA Y EL OSO Esto que ahora estoy contando me lo estaban ocultando porque vergüenza les daba, pero de causalidad me he enterado, y la verdad, les dije que lo sacaba porque valía la pena, pues considero que es buena para reírnos un poco la situación que se dio cuando a Julio le atacó el lumbago y como un loco gritaba desesperado, pues tan fuerte le había dado que no se podía mover y sin perder los papeles con un abrigo de pieles le cobijó su mujer, ya que mucho frío hacía y la cara que tenía así se lo aconsejó. Su hija Yolanda que entraba un gran salto atrás pegaba al mismo tiempo que entró al ver que estaba sentado, de pieles todo tapado a su padre, sudoroso y con cara de dolor, se salió del comedor porque creyó ver un oso. Cristino Vidal Benavente. |