ANÉCDOTAS CARPEÑAS - PALILLO El que escribe era un chiquillo que por amigo tenía a aquél que se conocía como Santiago “Palillo”.. Fuimos de fiesta a Malpica y comimos en un bar y a la hora de pagar, la alegría no fue chica, pues el señor no cobró aquello que consumimos, cosa que no discutimos de lo bien que nos cayó. Pienso yo que esto sería por haber interpretado ambos, según acordado el papel de policía, ya que estuvimos gran parte de la comida charlando de esa actividad y obrando como tales, con gran arte, que en aquel entonces fuimos del cine grandes amantes y no menos ignorantes que artistas ya nos creímos. Y luego mucho más tarde cuando veníamos en tren, no recuerdo ya con quién hice de la broma alarde. Desde Torrijos salimos donde a la feria había estado y en el tren como ganado a Santa Olalla vinimos. Por venir tan apretados de una buena me salvé, pues por pelos evité dos estacazos bien dados, ya que venía en el vagón aquel hombre que en su bar nos marchamos sin pagar después de gran atracón. Además traía garrota, por lo cual ya me veía dar de bruces en la vía y con la cabeza rota, pues los gritos que pegaba hacían prever lo peor y pensé que lo mejor era saltar y saltaba. Mis piernas fueron aladas saltándome hasta la valla y hubiera sido medalla si estoy en las Olimpiadas. Cristino Vidal Benavente. |