ANÉCDOTAS CARPEÑAS - EL TÍO VELA Era arriero el tío “Vela” de esos de empinar el codo y nunca encontraba el modo, igual que el tío Goro “Tela”, de retirarse del vino, aunque de eso no se trata, que si voy a hablar en plata es un asunto más fino. A confesar obligaban para lavar los pecados y los hombres preocupados hasta la iglesia llegaban. El tío “Vela”, de camino, cuando salió de su casa por las tabernas se pasa y se atiborró de vino, hasta que cogió un empacho que no sabe si va o viene y apenas de pie se tiene y en la iglesia entra borracho. En la cola se metía y al confesionario llega y por poco se la pega de la curda que tenía. Hasta las sogas llevaba, que no las había dejado y al ponerse arrodillado por poco si se tumbaba. Y el confesionario mueve volviendo el tío “Vela” atrás. Dice el cura ¿dónde vas? -Yo, currito, atrás que llueve. Cristino Vidal Benavente. |