El Carpio de Tajo - Toledo

Con la mejor intención, vamos para que no se enteren los vecinos, los tuyos que a los rojos que les den, vas y tapas con arena el socavón de la calle Mesones, al lado de la casa de Cañero, enfrente del aceite de Oliva.

Y llega la madre naturaleza, suelta cuatro gotas en forma de lluvia, y… ¡Zas! Aparece el gran Socabón.

Vaya SOCABÓN, y luego dices que has arreglado la calle este año, vaya arreglos que haces tú.

Por cierto la reparación que se hizo… muy mal.

¿No deberías poner una señal?
¿Una Valla?
¿Un aviso?
Algo que advirtiera del peligro a los vecinos, a los tuyos, a los que te votan.
Los que no te votamos ya sabíamos desde el mismo día que la arena que pusiste solo era para tapar tus vergüenzas, y acallar a tus votantes.
Nosotros, los rojos, cuando circulamos por Carpio ya nos sabemos de memoria todos los baches, llevan tanto tiempo que ya casi forman parte del entorno.

Pablito

PUES HAY NO QUEDA LA CRUELDAD DE LA NATURALEZA.SE HA LLEVADO TODA LA TIERRA DE LOS PASEOS RECIEN INAGURADOS,BUENO QUE YO CREO QUE ES MAS UN REGUERO QUE UN PASAO,PERO...

¿Ha llovido mucho?

Un amigo de mi padre, cuando la gente hacía calle en verano y sacaban las sillas a la puerta, contaba muchas cosas, de sus vivencias; era una manera de hacer amena la velada.

Recuerdo que contaba que una vez estaba en casa del zapatero, hablando de sus cosas. El zapatero estaba poniendo unos tacones a unos zapatos y con la cera tapaba las grietas para que no se vieran.
El amigo de mi padre, que era albañil, le dijo:
- Hay que ver lo que tapa la cera.
El zapatero, sin levantar los ojos de su tarea, va y le dice:
- Hay que ver lo que tapa el yeso.

A la vista de cómo está el bache de la calle Mesones que lo taparon con arena, y el Paseo del Arroyo de la Mata, que lo taparon con arena para dorarle la píldora a los alemanes, el cuento del amigo de mi padre ha venido al pelo.

Señor Alcalde, hay que ver lo que tapa la arena