El anarquista José Peirats las describe así en su obra "La CNT en la revoución española": "Las mazmorras del SIM eran cárceles disimuladas en el interior, a veces, de mansiones palaciegas, rodeadas de verjas y poblaciones de jardines (.....). En los primeros tiempos, las checas del SIM eran tenebrosas, instalads en antiguas casas y conventos. El régimen de torturas que se aplicaba era el procedimiento brutal: palizas con vergajos de caucho, seguidas de duchas muy frías, simulacros de fusilamiento y otros tormentos horrorosos y sangrientos. (.....)
Los detenidos tenían que permanecer en pie constantemente, bajo una potente ilumianación roja o verde. Otras celdas eran estrechos sepulcros de suelo desnivelado, en declive... Los recalcitrante eran encerrados en la "cámara frigorífica" o en la "caja de los ruidos" o atados a la silla eléctrica."