LOS HUMANOS Son animales de costumbres con una necesidad insaciable de reconocer algo en las acciones de los demás. Si somos predecibles, damos a los demás una sensación de control. Demos la vuelta a la situación: hay que ser deliberadamente impredecible. Un comportamiento que parece no tener consistecia y objetivo mantendrá a la gente desconcertada y se agotará intentando entender cada movimiento. Llavada al extremo, esta estrategia puede intimidar y aterrorizar. (Sun Tzu) |