LA CHARCA DE LOS PECES Las aguas están claras y tranquilas, y los peces se encuentran bastante por debajo de la superficie. Si se remueven las aguas, emergen. Al removerlas un poco se enfadarán, subiendo a la superficie, mordiendo todo aquello que se halle a su alcance. Incluyendo un anzuelo con cebo fresco. Si el enemigo es de temperamento irascible, hay que intentar irritarle. Si es arrogante, hay que intentar estimular su egoismo... Aquel que posee la habilidad de hacer que el enemigo se mueva, lo consigue creando una situación acorde con aquella en la que el enemigo actuará; seduce al enemigo con algo que está seguro de que tomará. Mantiene al enemigo en movimieto agitando el cebo y después le ataca con tropas selectas. (Sun-tzu, siglo IV a.C.) |