VERSOS - EL ADIÓS Adiós me dijiste y después te fuiste por aquel camino; así comenzó lo que me cambió luego mi destino. Aquellos momentos de pasión violentos que habíamos vivido, atrás se quedaron y se marchitaron porque te habías ido. El recuerdo ahora como luz de aurora me viene a mi mente y gran amargura que no tiene cura con tristeza siente. Jamás en la vida hubo despedida tan triste y cruel, que cuando lo pienso escalofrío inmenso recorre mi piel. Aquellas caricias cual dulces delicias que tú me pedías, por ser tan recientes las tengo presentes en las manos mías. ¿Cuál sería el pecado que me ha deparado un final tan triste?. Nunca lo he sabido, pues tú no has querido y no lo dijiste. Si me hubieras dicho que tenías capricho por lo que quisieras, no hubiera tardado en haberte dado lo que me pidieras. Yo sólo vivía para ti y sentía por ti tal anhelo, que si de ti hablaba siempre te elevaba hasta el mismo cielo. |